El otro lado del viento

Todavía, cuando se elaboran esas listas de las mejores películas de todos los tiempos, si no aparece en primer lugar aparece por lo menos en las primeras cinco posiciones ese clásico de Orson Welles, El ciudadano Kane. Welles tenía escasísimos 21 años cuando filma y protagoniza esta película. Muchos de sus logros, confesaría Wells, los realizó por pura ignorancia. Los grandes alardes de la película son soluciones intuitivas, improvisadas en el set, con las que el joven genio superó problemas de orden narrativo durante la filmación.

Welles venía de hacer nada menos que La Guerra de los mundos en una versión para radio que paralizó por completo el noreste de los Estados Unidos porque la gente se la tomó en serio. Luego, y a partir del Ciudadano Kane, hizo no tantas películas como él y nosotros hubiésemos deseado, pero sí realizó unas cuantas, y casi todas ellas son películas maravillosas. Algunas las hemos comentado ya previamente en esta página.

Welles falleció hace 32 años. Para entonces había dejado inconclusa una película que comenzó a filmar en 1970, The Other Side of the Wind (El otro lado del viento). ¿Quince años para filmar una película y aún así queda inconclusa? Bueno, así era el personaje. Lo cierto es que la película, para los que la conocen, es una obra maestra inconclusa. Está inspirada en un relato de Ernest Hemingway, a propósito de en luminaria de Hollywood venida a menos. La película se centra en aquellos cineastas de vanguardia de la década de los 70. Los tiempos de Scorsese, Spielberg, Ford Coppolla entre tantos otros. Y, entre ellos, Peter Bogdanovich, quien había hecho aquella irreverente película The Last Picture Show. Bogdanovich actúa en esta película de Wells y es uno de los que no ha cesado en la búsqueda de recursos aquí y allá para poderla terminar.

La historia arranca en una cena en casa de un gran director donde se visualiza una película recién filmada por uno de los nóveles directores. El papel del gran director recae nada menos que John Huston. ¡Vaya trío, Hemingay, Huston y Wells!

Frank Marshall, quien ha sido el productor de muchas de las
películas de Steven Spielberg, también intervino como productor en ese proyecto de 1970, junto con  Filip Jan Rymsza. Ellos tres, Marshall, Rymsza y Bogdanovich, son los que han empujado la iniciativa para finalizar la película. Han montado una suerte de crowdfunding, esta especie de vaca que se hace ahora por las redes.

Lograron recoger, según información publicada en The New York Times, 400 mil dólares y la meta es llegar a 2 millones. La película está siendo editada por Affonso Gonçalves, y ahora ha entrado en juego Netflix, que se ha comprometido, además de obviamente exhibirla en su red, hacer copias en 35 mm para los teatros. Así que todo indica a que pronto podremos ver la obra maestra inconclusa de Orson Welles, El otro lado del viento.

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