El Papa Francisco ha abierto un mundo nuevo para la feligresía católica. Desde el mismo día de su elección no ha dejado de sorprender a propios y extraños. Cuando digo propios, me refiero a los católicos, y a todos las posibilidades de católicos en el mundo. Como saben, hay católicos más ortodoxos, fieles cumplidores de la doctrina. Hay católicos tan liberales que cómo dicen, nunca van a la Iglesia, pero sí se persignan. Hay católicos a medio camino, católicos de todos los colores, de todas las tendencias. El catolicismo antes de Francisco venía padeciendo de un mal singular, buena parte de los católicos, sobre todo en la América Latina, donde está el mayor número feligreses, de creyentes, criticaba a la más alta institución de la Iglesia, el Papado, el Vaticano.
Pues bien, Francisco ha sacudido de tal manera esa Iglesia, que poco a poco ha hecho que todos los católicos vuelvan la mirada hacia él, empiecen a ver el Papado con curiosidad, y, me atrevería a decir que ya a estas alturas no sólo con simpatía, sino también con afecto. Ello ha obligado a que no sean sólo los católicos los que se interesen por el Papa.
A diferencia del Papa alemán Ratzinger, que llegó, por ejemplo, al África prohibiendo el uso de condones, en un continente arrasado por el sida. Pues, Francisco ha decidió abrirle las puertas a los temas tabú, abrirle las puertas a esas cosas que tanto inquietan a los católicos. Y ha decidido hacerlo de una manera muy contemporánea. Ha decidió apelar a encuestas. Ha planteado una encuesta que ya todos califican de revolucionaria.
Leo esto en una nota de la BBC:
De forma clara y sin rodeos, El Vaticano pregunta por primera vez a sus fieles sobre los nuevos modelos de familia de la sociedad poniéndoles frente a la convivencia fuera del matrimonio, los divorcios, las uniones entre personas del mismo sexo o el uso de anticonceptivos.
Es una encuesta mundial sin precedentes que ya ha sido calificada de “revolucionaria”. El papa Francisco pretende sondear así a los católicos para saber lo que realmente opinan los fieles sobre las doctrinas más controvertidas de la Iglesia sobre el matrimonio y la vida en familia.
Las conclusiones de la encuesta se las entregarán directamente los obispos que acudan el próximo mes a Roma para discutir una posible reforma que incluya las realidades de la sociedad moderna.
En otras palabras estamos hablando de una Iglesia que quiere poner los pies en la tierra y enfrentar la realidad.
Entonces, pregunta de todo. Por ejemplo, la Iglesia excomulga a aquel que se vuelva a casar después de haber tenido un matrimonio eclesiástico. Como saben, lo que Dios une no lo puede desunir nadie en la tierra, por eso a efectos de la Iglesia Católica el divorcio no existe. Más en la práctica se dan divorcios, en la vida civil se dan divorcios y al estar divorciados y procurar nuevas parejas, estas personas, por ejemplo, pasan automáticamente a estar excomulgadas. Como ese es mi caso, me he visto obligado, en infinidad de oportunidades, a quedarme relegado. Pero no han sido pocos los sacerdotes que conociendo mi situación no han dejado de ofrecerme la comunión, y muchos, de una manera muy consciente, ex profeso me dan la comunión. Pues así como todos estos sacerdotes me la han dado, entiendo que están en la misma onda de pensamiento de la que puede estar alentando el Papa Francisco. Interesa mantener la feligresía, interesa estar al día con esa feligresía y evidentemente, la Iglesia va a dar cambios muy importantes en el futuro reciente. Cito el caso de los divorciados, porque lo conozco bien y de alguna manera, como lo he confesado, me atañe. Pero hay tantas tantas otras circunstancias.
Francisco es un hombre valiente, ¡qué duda cabe! Es un hombre de su tiempo, es un hombre sencillo, humilde, y parece un pastor de los viejos tiempos. Así como el otro día un niño le sorprendió, se acercó para abrazarle, hasta se sentó a jugar en el trono Papal mientras el Papa daba la homilía. Le hemos visto recién, abrazando a un leproso, como en los viejos tiempos bíblicos, un leproso con la cara llena, deformado por las llagas y las cicatrices a quien Francisco con mucho amor abrazó y llevó contra su pecho.
Es el hombre de los nuevos tiempos y mucho tendremos que aprender de él. Entendamos que su Papado apenas está comenzando.
Lo que me más risa es el af´n con la Iglesia Católcia. ?Y que hay de los Rabinos por no decir los Musulmanes tan liberales ellos?: La mayoría de las personas quieren un catolicismo que les permita el divorcio, la homosexualidad, usar lo que sea. Me pregunto Y ?para que quieren ser católicos?. Vayan como muchos a las Iglesias nuevas, donde desconocidos autoproclamados pastores, les sacan buen dinero y les obligan a no beber , ni fumar, etc. Que clase de Fé¡
Buenos días: como fiel oyente de su programa y admirador de sus escritos, me atrevo a hacer una precisión, de cara a la claridad informativa. Es un detalle minúsculo que en su momento copó los titulares de la prensa mundial: el Papa Benedicto se refirió al uso de condón a partir de una pregunta de algún periodista, no como prohibición de lo que ya está reseñado en el Catecismo de la Iglesia Católica y otros documentos, sino referido a la utilidad del mismo para prevenir el Sida en cierto país de África, que no recuerdo su nombre. Allí el arte de la seducción masculina y de la resistencia femenina creaba una especie de danza en la que, cuando la mujer cedía, el tiempo para aprovechar la humana debilidad hacía que se descuidara la buena colocación, si se colocaba, del preservativo, por lo cual la gente quedaba expuesto al contagio. La Iglesia, fiel a sus principios, en un razonamiento harto evidente, propone la fidelidad o monogamia para evitar dichos enredos, que otros enfrentarían con campañas educativas o, en el caso de quienes contabilizan los servicios, en campañas publicitarias.
Gracias,
Alfonso Maldonado
La Iglesia Catolica ya estaba requiriendo un cambio, donde exista menos segregacion y mayor acogida, ya que somos Iglesia Univeral
Siempre sus palabras están bien dichas y escritas Sr César aun que como artista que soy, músico, para ser mas específico, le llamo maestro, porque es el mejor calificativo que Ud. se merece, gracias por hacernos llegar la información cada mañana y sus reflexiones. Dios le bendiga y le dé paz.
La iglesia católica debe renovarse si quiere sumar fieles !!! Bravo por Francisco