Lea usted esta historia tan insólita, tan extraordinaria. Marita Lorenz nace en Bremen, Alemania. En tiempos de la guerra es violada a los 7 años por un soldado norteamericano. Terminada la guerra, ya convertida en una hermosa mujer de 19 años, viaja con su padre, que era marino mercante, en el buque El Berlin hacia La Habana.
Corría el año de 1959, Fidel Castro recién llegaba a La Habana como gran triunfador, y ella cae absolutamente cautivada. El detalle, según la historia, es que él también. Sin embargo, se complica la vida de los enamorados furtivos, como se complica la de tantos otros. Ella queda embarazada, y luego aborta. Un aborto que confesaría mucho después, fue provocado. Sin embrago, ¿quién provocó el aborto? Aquí ya viene una primera disyuntiva, según Marita: o fue el propio Fidel o fue la CIA. ¿Por qué la CIA? Pues porque la CIA la va a contactar tiempo después, para que vaya a La Habana de nuevo a reencontrarse con su viejo amor para sencillamente asesinarlo.
Ella llevaba un veneno que a última hora decidió no utilizar. Lo botó por el bidet. Y cuando se enteró Fidel, según dice Marita, Fidel le puso la pistola en la mano -la pistola de Fidel en la mano de ella- y le dijo: dispara. Ella, por supuesto, no lo hizo y se fue muy arrepentida.
Pero allí no termina la historia de Marita. En 1962, la CIA la envía en una misión donde se le involucra nada menos que junto a Lee Harvey Oswald. ¿Y para qué la envía? Pues para que contacte a Oswald, precisamente para lo que usted está pensando: para que mate a Kennedy.
Sí, son como muchas historias juntas. Es como demasiado. ¿Eso todo ocurrió en realidad? Pues Marita Lorenz sí existió y existe todavía. Y en la actualidad vive de la beneficencia del seguro social norteamericano.
¡Ah! Un último detalle. No sé cómo pasó. No sé en qué momento ocurrió, pero seguro fue cuando Marcos Pérez Jiménez estuvo fue al exilio: también fue su amante y también salió embarazada del dictador venezolano. Pero no sabemos qué pasó con la hija que supuestamente tuvo con Pérez Jimenéz.
Hoy la anciana Marita Lorenz es la protagonista de un documental producido en Alemania, y ha viajado hasta su viejo país desde Estados Unidos, donde ahora reside, para presenciar la publicación de su libro: “Querido Fidel, mi vida, mi amor, mi traición”. Ese es el libro recién sale a la calle junto al documental sobre la azarosa vida de Marita Lorenz.
¿Será verdad todo esto? Fidel parece que en algún momento lo reconoció. Como saben, el dictador cubano ha tenido cualquier cantidad de intentos de asesinatos (él sí, los otros dos de aquí no). Lo cierto es que llevaron a Marita recientemente a La Habana. Los productores del documental querían filmar ese momento extraordinario del reencuentro entre Marita y Fidel. Pero el anciano, sus razones tendrá, se negó. A lo mejor ya no se acordaba de ella.