El suplicio del lector criollo

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  Esta terrible situación económica  a la que nos tiene sometidos el régimen bolivariano, el régimen chavista, supone que terminemos siendo ciudadanos de tercera o de cuarta en el panorama mundial, en el panorama universal. Estamos siempre a la zaga de las grandes noticias  de los grandes acontecimientos que están ocurriendo. Por ejemplo, este es un país tan curioso que para este régimen los libros no son artículos de primera necesidad, son de lujo, y por lo tanto, cuando uno va a las librerías mira de manera lánguida los mismos títulos repetidos una y otra vez. Y quedamos, como decía, al margen de las novedades.  Se imaginarán la carga de envidia y frustración que uno siente cuando lee, por ejemplo, esta nota  publicada en El País de Madrid. Reseña Juan Carlos Galindo, la novela más reciente de mi muy querido amigo Leonardo Padura Fuentes, el gran narrador cubano.

  Viene con el título:  “Herejes:  Padura o la mezcla perfecta de novela histórica social y policíaca”.

  Leo entonces la crónica de Galindo.

  En 1939 el S.S. Saint Louis estuvo fondeado varios días frente a La Habana. En él viajaban 900 judíos que tenían la esperanza de encontrar en Cuba un lugar del que escapar de la barbarie nazi. La familia del niño Daniel Kaminsky, que esperaba en la orilla con su tío Joseph, tenía un as en la manga para conseguir quedarse: un pequeño lienzo de Rembrandt que había pasado de generación en generación y con el que tenían la esperanza de comprar a las autoridades cubanas. Pero nada salió bien, los judíos fueron enviados de regreso a una muerte segura en Europa y el cuadro desapareció.

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  Ese es el fascinante y crudo punto de partida de Herejes, la última novela de Leonardo Padura Fuentes, y entonces, ellos en El País, ofrecen para los interesados  el tercer capítulo a manera de adelanto.

  Ahora,  ¿a dónde va la trama? Escribe el español:

  En 2007, un descendiente de aquellos judíos pide a Mario Conde, ex policía, librero y a veces detective, que aclare qué ha pasado con el lienzo, que aparece en una subasta en Londres. Nos embarcamos entonces en una aventura que no da respiro, un relato del dolor de los judíos a lo largo de los siglos, de la desesperación de los cubanos, de la avaricia y la desdicha. La mejor novela de las ocho que ha escrito Padura con Conde como protagonista.

leonardo (cubananet.org)

  Y estas son ya son palabras mayores, habida cuenta que hay maravillas joyas, sin duda alguna,  entre esas 8 novelas.

  Dice el cronista:  Herejes es una novela sobre el dolor. El de la pérdida de los seres queridos, el de la pérdida de la esperanza, de las ilusiones. El dolor del desarraigo, de la frustración por no poder ser lo que se quiere. Se trata de una obra compleja, con saltos temporales, de la Cuba de la década de los 50, a la de los primeros años revolucionarios, pasando por el Amsterdam del XVII, con su efervescencia pictórica y su tolerancia religiosa. Escenarios de cambio político y social elegidos y combinados de manera magistral por el autor de El hombre que amaba a los perros (Tusquets), que viaja hasta esos Países Bajos que siguen luchando contra España para explicar el origen del lienzo pintado por el gran maestro holandés, que usa como modelo a un judío que se rebela contra las prohibiciones de los suyos. Porque Herejes es también eso: un conjunto de seres que luchan contra la dictadura en todas sus formas, que buscan la libertad individual por encima de cualquier cosa.

  A propósito de esto, he de acotar que Padura con muchísima habilidad realmente  ha venido dando un discurso contra, adverso, crítico, sagaz, agudo del régimen que se está viviendo en Cuba. Lo ha hecho con muchísima lucidez y sagacidad, como decía. Y logra así ser una lectura feroz, muy dura de lo que se vive hoy por hoy en la isla. Y al entender lo que el cronista español dice: “Es una novela a propósito de los seres que luchan contra la dictadura en todas sus formas”; entendemos también,  hacia dónde está apuntando Leonardo Padura.

  ¿Qué nos queda ahora? Esperar que viaje algún amigo. Esperar a ver si por algún milagro aparece por allí. Pero seguro serán largos meses para que podamos tener en nuestras manos, en nuestro país, tan al margen ya del orbitar de la cultura y la literatura en el mundo, la novela Herejes de Leonardo Padura Fuentes.

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