En 1989 Martín Scorsese estaba en Japón, la estaba pasando mal. Su última película, “La última tentación de Cristo” inspirada en la novela homónima de Nikos Kazantzakis, había resultado muy dura, sumamente criticada. Porque era una película rebelde, una película difícil, una película donde por primera vez, por ejemplo, Jesús hacia el amor con la Magdalena y en un burdel.
Huyendo de las criticas Scorsese estaba tratando de refugiarse en
otras cosas. Se dirigía en un tren bala desde Tokio a Kyoto donde filmaría como actor, bajo las órdenes de Akira Kurosawa, y representaría como actor nada menos que al gran Vincent Van Gogh. Lo que filmó es uno de los fragmentos de esa extraordinaria película “Sueños” del maestro japonés.
Cuando iba en el tren bala leía la historia de un sacerdote jesuita quien en el siglo XVII era enviado a Japón a cristianizar a los pueblos del archipiélago. Quizá sería por la perturbación que sentía Scorsese, hijo de italianos, de solida formación católica. Pero lo cierto es que la historia del sacerdote jesuita Sebastian Rodrigues pasó a ser algo fundamental para él. Lo que leía era la novela “Silencio” de Shusaku Endo, un japonés a su vez convertido al catolicismo. Esa novela vendió 800 mil copias en aquella época, y fue considerado por muchos como un candidato serio al premio Nobel. Graham Greene dijo que “Silencio” una novela del año 1966 era un de las novelas más extraordinarias de nuestro tiempo. Eso le quedó a Scorsese, era casi un proyecto personal. La vida del jesuita portugués era su vida, una expiación sin duda.
Pues bien, le costó mucho. Lo cierto es que a todos, mientras filmaba, “The Aviator” and “The Departed,” “Shutter Island” and “Hugo, a todos les insistía que su película real era “Silencio”. Por fin, luego de haber estrenado “The Wolf of Wall Street”, que se convirtió en todo un éxito, Scorsese dijo; ya yo no puedo postergar más este proyecto. “Silencio” es mi próxima película. Así que 26 años después comenzó a filmar en Japón.
Habla de “Silencio” como una película de nuestro tiempo. Habla de “Silencio” como una película personal, quizá la más personal que ha hecho. Scorsese es un hombre, más allá de las películas de gánster, de una solida formación religiosa. Una de sus más extraordinarias películas que hemos comentado en esta página es Kundun, sobre la vida del Dalai lama, así como también “La última tentación de Cristo” que también hemos comentado en esta página. Los invito a que busquen esas reseñas.
Ahora presenta “Silencio”. Ojala la podamos ver pronto. Es un decir, acá en nuestro país.