Entrevista realizada por @IveLeonardi publicada en El Mundo de Madrid
César Miguel Rondón es considerado como uno de los más prestigiosos escritores de Venezuela. Reflexiona sobre cómo afecta la crisis económica que golpea al país caribeño
Una sonrisa que no denota nostalgia. La mirada tenaz y la suspicacia periodística. 25 años acariciando las ondas de la radio al salir el sol. Una voz que con oírla se convierte en una sentencia. La credibilidad, su bastión. César Miguel Rondón (México, 1953) es un hombre de timbres fuertes. Se desenvuelve discreto, pero tajante a través de una conversación por Skype que une los dos lados del Atlántico. Vive en Venezuela, Caracas, su cuna de crianza. Sobrevive “respirando” donde la censura y la impunidad son el pan de cada día. Lamenta la asfixia de los medios y de la cultura por el régimen chavista y añora poder publicar su libro (‘Venezuela después de Chávez’, 2015) pero teme que “la crisis de papel” se lo impida. En su obra pretende plasmar las vivencias de una tierra a la que considera el verdadero paraíso de los venezolanos. César es el escritor, periodista, locutor… que nunca ha fallado en su convicción. Un eterno inconforme por lo que asegura ser “un calvo prematuro”. Existen personas que con sólo existir se convierte en sinónimo de optimismo, ímpetu y esperanza.
P.- ¿Cómo afecta la crisis económica de Venezuela a la literatura?
R.- Al lector venezolano le va costar cada vez más y más adquirir su libro. La crisis que tenemos de papel, nos pone en una situación muy complicada. Ahora tuvimos el Festival de la Lectura 2015 en la plaza Altamira en el municipio Chacao en Caracas y los lectores acogieron con gran entusiasmo el libro del escritor Leonado Padrón (‘Se busca un país’, 2015. Planeta). Se imprimó en papel ‘bond’, pero con gran dificultad. En un país que se desbarata, cada vez cuesta más imprimir libros. Será mucho más caro para el público. [La obra de Padrón, debido a la delicada situación, ha alcanzado un precio de 2.500 bolívares, según el portal web de la librería Tecniciencia, lo que equivale, según los tipos de cambio oficiales, a casi 360 euros]. Pero esto pasa con todos los productos en un país que se desbarata económicamente. Los medios de comunicación también están afectados. El periódico ‘Tal cual’ renunció a ser diario y ahora es semanario. ‘El Impulso’, en Barquisimeto, va por el mismo camino.
P.- ¿La cultura se diluye en tiempos de crisis?
R.- La cultura siempre es muy importante y fundamental. En tiempos de crisis política y de confusión ideológica, la cultura pasa a ser aún más importante. Solo un país culto, conducido con sosiego y con prudencia, un pueblo auténtico y responsable, lo cual es sinónimo de cultura, puede llevar a un pueblo a que avance por el camino correcto.
P.- ¿Después de tantos años dedicados a la comunicación piensa que esta etapa es la más oscura?
R.- Hoy en día ejercer el periodismo en Venezuela es caminar sobre vidrios molidos.
P.- ¿Ha echado de menos al presidente Chávez?
R.- Extrañar a Chávez es imposible, porque no extrañaría nunca a un personaje tan nefasto de la política venezolana. Es imposible extrañar a alguien que no se ha ido. El Gobierno de Maduro se ha empeñado que él tenga una presencia constante. En las calles de Caracas te topas con vallas de Chávez por todas partes. Los ojos de Chávez, en las propagandas, te ven por cada esquina. El presidente Maduro no deja de mencionarlo en cadena nacional. Todo es en nombre del comandante galáctico, eterno, etcétera…
P.- ¿Cuál es la diferencia entre Maduro y Chávez? ¿Es la misma revolución?
R.- Para nadie es un secreto que estos dos años de Maduro han sido nefastos. La primera diferencia importante que puedo decir de ambos personajes es que Chávez demostraba un auténtico liderazgo. Efectivamente el señor Maduro no lo ejerce como tal. Y buena parte del tiempo siento que las rivalidades internas del chavismo se le están enfrentando.
P.- ¿El pueblo español es culto?
R.- Claro. Ha sabido aprender muchísimo de estas largas décadas que separa la dictadura franquista a la incorporación plena en la Comunidad Europea y al primer mundo. Quienes conocemos España y hemos podido apreciar su progreso la queremos entrañablemente. Nos preocupa lo que pueda pasar , pero repito. España es un país culto y lleno de gente con mentes claras. Lamentablemente la demagogia confunde con mucha facilidad sin que uno se dé cuenta, pero la gente tiene sus antídotos.
P.- ¿Qué le aconsejaría a un seguidor de Podemos?
R.- Una manera fácil de responder sería: Mírense en el espejo venezolano. Pero a lo mejor no conocen el espejo venezolano. Sí sería bueno adelantar que una cosa es prometer y prometer y prometer cuando no se ha llegado al poder y otra muy distinta es tener que enfrentar la realidad. La demagogia es el pecado más constante en los políticos. La demagogia permite decir cualquier cosa con tal de llegar al poder. Un político serio y responsable llega a ofrecer esa partida de disparates y de quimeras que está ofreciendo Podemos. Un político serio no puede actuar como el señor Iglesias que se veía muy comprometido con el señor Monedero y de la noche a la mañana ya no está. Es tal la vinculación con el régimen chavista que evidentemente existió una complicidad marcada por ingresos sospechosos y golosos. La oferta básica de Podemos es demasiado semejante a como comenzó este disparate histórico que estamos viviendo.
P.- ¿Usted sobrevive en su país?
R.- Sobrevivo básicamente respirando. Yo con mi programa de radio tengo una audiencia nacional importante. Tiene un contenido bastante polémico.
P.- ¿Ha recibido amenazas?
R.-Por ahora no. Aquí estamos a pulso, paso a paso. Como decía una canción, respirando vamos a todo pulmón.
P.- ¿Se considera conforme con lo que ha hecho en su vida?
R.- Yo vivo insatisfecho. A lo mejor por eso fui un calvo prematuro. Algunas cosas quedan mejor, otras no quedan tan buenas. Uno tiene la sospecha de que puede tener el comentario crítico. Uno nunca está del todo conforme.
P.- ¿Quiénes emigran de Venezuela?
R.- Está migrando un país. Está migrando una generación. El otro día entrevisté una profesora y en algún momento de la conversación le toco el tema. Le pregunté en tono muy personal: ¿María Beatriz y tú estás pensado en irte de Venezuela? Y esta profesora, con mucha honestidad, hizo una pausa y tú sabes que en radio las pausas pesan más. Ella hizo esa su pausa y dijo no. “Yo no estoy pensado en irme, pero sería irresponsable de mi parte decir que no me voy a ir porque lo que se está viviendo en Venezuela es tan cambiante, tan pantanoso, tan duro y tan difícil que nadie sabe qué puede pasar el día de mañana”.
P.- ¿Y César Miguel planea fugarse de su país?
R.- Cesar Miguel Rondón está en Venezuela, sigue trabajando en Venezuela. A día de hoy en Venezuela uno tiene que hablar en tiempo presente. Es decir, yo estoy aquí echándole pichón. Yo creo que aquí nadie está seguro de lo que va hacer, ni siquiera el Gobierno.
P.- ¿Cuál es el paraíso del venezolano?
R.- [Se emociona…] El paraíso del venezolano sigue siendo Venezuela, con todos los venezolanos adentro. Con todos los colores esperanzados. El paraíso nunca está afuera. El paraíso está aquí y ahora, eso sí estamos en época de sequía. El Ávila [parque nacional de Caracas] está ardiendo en estos días, entonces hay que regar mucho para que vuelva la fertilidad sobre el país.
P.– Su próxima publicación…
R.- ‘Venezuela después de Chávez’. Es una recopilación de los editoriales que he hecho diariamente. Espero que se pueda publicar y que la crisis de papel no intervenga.