El amor del niño y la maestra

En  El Graduado, la mujer madura Mrs. Robinson seduce al joven confundido, desorientado Benjamin. Ella tiene 40 años, él tiene 20. El encanto de la mujer madura es siempre seductor, y a  efectos de ello tenemos lo que dijimos hace un tiempo sobre El Graduado, y lo que decimos también este fin de semana a propósito de los 50 años de esa película.

Si el hombre se puede enamorar de una mujer madura, apetecible y sabia de 40 años. Hay otra manera de enamorarse también de una mujer mayor, y es el enamoramiento que ocurre en la niñez o en la adolescencia. Desde el niño que se enamora de la maestra hasta el púber que se enamora de su maestra. Esa es la historia de Enmanuel y Brigitte.

Al Norte de Francia a los 15 años Enmanuel se enamora de su maestra de Frances, quien además es su maestra de teatro. Él tiene 15, ella tiene 39, pero él queda prendidamente enamorado de ella. Ella está casada, tiene tres hijos. Uno de los hijos es alumno de ella y buen amigo de Enmanuel, y ella de inmediato queda impactada porque Enmanuel es inteligente, es chispeante es irreverente.

El encanto continuó y dos años después, cuando Enmanuel tiene 17 y Brigitte ya 41, él le dice, yo me voy a casar contigo porque yo estoy enamorado de ti. Se lo dice cuando los padres de Enmanuel, una pareja de médicos, decide enviarlo lejos, a Paris, porque esa es una historia definitivamente prohibida.

Para hacerles el cuento corto. Enmanuel creció, se hizo mayor de edad y cumplió su promesa. Tan pronto pudo se casó con Brigitte. Brigitte tan pronto pudo, se divorció de su marido un rico banquero. Se quedo con sus tres hijos y se casó con Enmanuel.

Esas historias de amor están condenadas al fracaso. Esas historias de amor no duran, pero siempre hay excepciones en la regla para corroborar de que el amor lo puede todo.

Enmanuel es de apellido Macron y acaba de ser elegido presidente de Francia. Tiene 39 años, su esposa es Brigitte y tiene 64 años. Se quieren mucho. Ella luce esplendida, él quien pudiese ser su hijo, la mira embelesado y no pierden oportunidad de besarse.

A ver, ¿Cómo es eso de que el amor imposible no llega  a ningún lado? Imagínense llegó al Palacio del Elíseo y ahora es cuando.

 

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