The People’s Horse (The True Story of Cañonero)

The People's Horse (The True Story of Cañonero)

 

 

Dirección: Salomón Gill

 

Nos cuenta la apasionante historia de “Cañonero II”.

Cañonero II, hace ya 50 años, se presentó como un caballo para llenar el bulto, nada más que en el Kentucky Derby. Y para sorpresa de todos, este caballo ganó el primero de la Triple Corona, se volvió una gran sorpresa en la primavera de 1951, 50 años atrás.

Luego se alzó con el Preakness Stakes, en Maryland. Y lo que para muchos estaba cantado, el caballo perdió la tercera de la Triple Corona. Pero este documental de Salomón Gill, nos pone en la historia completa desde el criador de Cañonero, porque Cañonero no nació en Venezuela como muchos pensábamos, nació en Estados Unidos, pero nació con una pata con un inconveniente y lo desecharon. ¿Qué iban a sospechar sus criadores que después iba a venir?

En Venezuela, fue llevado de la mano de Juan Arias, quien en aquellos tiempos de racismo en Estados Unidos era además negro, además de latino, desconocido y no hablar inglés. Y logró hacer toda su historia nada menos que con la monta del gran Gustavo Ávila.

Aquí tenemos la historia completa, y es apasionante de verdad. La recomiendo inmensamente.

Pero hablar de Cañonero me trae un recuerdo desagradable. El libro de ensayos de crónicas hípicas, “A caballo entre milenios”, de Fernando Savater  – el cual leí con el interés con el que solía leer a Savater –, nos habla de Cañonero, y nos cuenta cómo fue una historia preparada y montada para ganar apuestas y después perder. Y, para mi sorpresa, el entrenador de Cañonero es un argentino bravucón y un tanto fanfarrón.

Me tocó entrevistar a Savater una de las dos o tres veces que le logré entrevistar cuando fue a Caracas por un evento de la Universidad Metropolitana, y después de haber hablado de filosofía, política, actualidad y tantos temas, le toqué el tema de Cañonero. Y le dije: “¿Por qué usted dice eso, señor Savater? Si todos sabemos que el entrenador de Cañonero era Juan Arias”. Se descompuso un poco, y me dijo: “No, la historia es tal y como yo la cuento. Todo fue un tinglado montado para engañar y poderse hacer con esa jugada”.

Me quedé con la duda y salí de ese salón en la Universidad Metropolitana con un muy desagradable sabor en la boca. Tanto que, muchos años después, el recuerdo lo tengo intacto.

Me gustaría que el señor Savater viese este documental de Salomón Gill. En realidad, el argentino fanfarrón, si en efecto existió, lo embaucó a él y sólo a él.

Hay que ver esto: “The People’s Horse: The True Story of Cañonero”, de Salomón Gill. El caballo del pueblo, y no solo del pueblo venezolano, porque también fue un héroe popular allá en Estados Unidos.

 

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