Blackthorn

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  Según Bruce Chatwin, en su maravilloso libro de “Viajes en la Patagonia”, Butch Cassidy llegó hasta esta región austral del continente.

  En la película del año 1969, del director George Roy Hill, supimos que Butch Cassidy y su compañero the Sundance Kid, habían fallecido en una balacera en Bolivia. Pero no ocurrió así. Todo parece indicar que Butch Cassidy y el Sundance Kid, sobrevivieron a muchas balaceras.

  Recién ha aparecido una película de vaqueros, un Western que más bien deberíamos definirlo como Southern, en lugar de ser una película sobre el Oeste, es una película en el Sur. La más ingeniosa película del Oeste o de vaqueros, -para decirlo en nuestros términos- que usted pueda ver en mucho tiempo.

  “Blackthorn” protagonizada por Sam Shepard en el papel de Butch Cassidy. Esta insólita película es del director español, Mateo Gil. Nos coloca ya avanzado el siglo XX, en el Altiplano Boliviano, donde un anciano Butch Cassidy (Sam Shepard) decide regresar a su país, a los Estados Unidos. Se cartea con un joven, a quien llama su sobrino, el hijo de Etta, la mujer de Sundance Kid, que les acompañó en la aventura.

  Recordarán en la película original, Butch Cassidy era Paul Newman, Sundance kid era Robert Redford y Etta era la muy bella Katharine Ross. Pues bien, en esta versión de los días finales de Butch Cassidy, tenemos que Etta, como ya sabíamos, regresó a Estados Unidos y el propio Sundance kid, falleció mucho después allí en Bolivia. Fallece, inclusive, por un acto de eutanasia que lleva a cabo el propio Sam Shepard.

  La película es extraña porque está en todo el canon de la película de vaqueros tradicional, un poblado de indígenas, personas pobres, que son maltratados, explotados por un villano, que es el mismo tema que da pie, por ejemplo, para los “7 Samuráis” de Kurosawa, que después es desarrollado en “7 hombres y un destino”. Ese tema recurrente aparece de nuevo aquí. Aparece el viaje, la persecución y, el director español, Mateo Gil, aprovecha los paisajes inmensos, encandilantes, fascinantes del altiplano boliviano, y allí pone a sus vaqueros, así como lo hizo John Ford, por ejemplo, en “La Diligencia” aprovechando la inmensidad en los paisajes de Arizona. O con las distancias del caso, lo que hizo David Lean, aprovechando aquellos paisajes desérticos en Lawrence de Arabia.

  En medio de esa inmensidad, el drama de un hombre que trata de retirarse, que va de regreso, pero la circunstancia y la vida lo llevan de nuevo a los viejos tiempos del revolver y la vida a caballo. Tema también recurrente, por ejemplo, en muchas de las últimas películas de vaqueros de Clint Eastwood, por citar a uno de los vaqueros emblemáticos, en particular Unforgiven, gira también en torno a esto.

  La película, como decía, tiene todos los patrones, todos los códigos de una película de vaqueros, pero no se desarrolla en el Oeste, no es un Western, se desarrolla en el Sur, con lo cual podríamos decir, un Southern.  Es en el  Altiplano Boliviano, hay persecución, villanos, balas, muchos caballos y también, como en todas las películas de vaqueros, una esperanza de redención.

  Insólita esta película, “Blackthorn” protagonizada por Sam Shepard, quien a sus años, dicen los críticos, una de sus mejores actuaciones. Vaya siempre el respeto a un hombre que lo ha hecho todo magníficamente. Buen actor, dramaturgo, excelente relator y narrador.

  Hay un momento magnífico en la película, donde aparece un viejo americano perdido en las minas bolivianas, que cabalga  sobre una mula por estas laderas del Altiplano, va cantando blues, sólo que en lugar de una guitarra, se acompaña por un charango.

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