Charles Darwin se preparaba para ser clérigo. El destino de su vida era dedicarse a una pequeña parroquia, buscar a una mujer modesta y tener una vida bucólica, rural y apacible. Le interesaba la naturaleza, venía de una familia de liberales y le interesaban también algunas discusiones políticas. La teología, sin embargo, no la discutía demasiado.
Siendo aún muy joven se embarca en “El Beagle” un buque que estaba al mando de un hombre apenas un par de años mayor que él. Ninguno de los dos llegaba a los 24 años. Este hombre era el escocés Robert Fitz-Roy un capitán de la Armada Británica que ya tenía experiencia levantando mapas cartográficos en el Sur del continente americano. Ya había recorrido La Tierra del Fuego, las Malvinas, todo el Estrecho de Magallanes.
Una segunda expedición del buque Beagle, hace que lleve a bordo a Charles Darwin. A diferencia de Darwin, Fitz-Roy es un Tory, pertenece a la tradición conservadora, a la política británica y es un hombre devoto de Dios. Para Fitz-Roy todos los hombres son iguales, todos son criaturas de Dios. Darwin pues, trata de entender lo que está pasando en la naturaleza.
El viaje que emprenden en el otoño de 1831, cambiaría por completo la concepción de los hombres y de la creación. Mientras buscaban pistas que justificasen el Diluvio Universal, en el cual Noé armó su barca y colocó una pareja de cada especie, Darwin empezó un proceso inverso. La realidad le fue diciendo otra cosa y llegó a la conclusión de que esto no es más que un mito, un cuento, una fantasía literaria.
Vendría después la elaboración de toda su teoría. La teoría donde entendemos que el hombre proviene del mono, la Teoría Evolucionista. Todo esto está reunido en una novela sencillamente apasionante. “Hacia los confines del Mundo”, ese es el título que se le ha dado en español. Su título original “This Thing of darkness” este objeto de la oscuridad, de la tiniebla. Inspirado en una frase de Hamlet de Shakespeare.
El autor del Libro Harry Thompson. Un escritor de televisión de mucho éxito, nacido en 1960 que logra esta primera novela magistral. Primera y única, porque al terminar de escribirla, a los 45 años, fallece de cáncer.
Es una novela voluminosa, una novela de más de 800 páginas. Pero es una novela que se devora, porque en medio de la discusión importantísima que toca la Antropología, la Teología, la Sociología, la Historia, es también una apasionante novela de aventuras.
A quienes les gustan las aventuras del mar y de la navegación en el siglo XIX, este es un libro admirable. A quienes les gustan y les interesan las razones que nos han traído desde la creación hasta nuestros días, este es un libro también apasionante.
“Hacia los confines del mundo” de Harry Thompson.
