Diez años han pasado de aquel turbulento Abril del año 2002. Los tres días fatídicos: 11,12 y 13 de Abril. Días muy distintos entre sí.
Solemos hablar del día 11, porque fue el día en que se inició todo. Pero es muy distinto lo del día 11 a lo que ocurre el día 12 y el desenlace del día 13.
El día 11, fundamentalmente fue una gran marcha. Una gran marcha que por razones, todavía no suficientemente explicadas o aclaradas, una marcha multitudinaria como jamás se había visto en el país en protesta contra un Gobierno, es desviada a Miraflores, en l o que para muchos fue una clara provocación. Después, la balacera, los disparos y la impunidad que ha quedado intacta a lo largo de estos diez años.
El día 12, viene lo que se conoce como el día de las torpezas. El día del golpe de estado. El día en el que Pedro Carmona termina auto-juramentándose como un pequeño rey, un pequeño emperador Allí pues, en medio de la confusión, vino el pánico, la incertidumbre.
El día 13, el hoy vilipendiado y condenado, General Raúl Isaías Baduel, decide que Hugo Chávez debe volver al poder y brinda todo su apoyo para que esto ocurra. Al final del día 13, Hugo Chávez está de nuevo en el poder.
Seguramente pasarán varias décadas, quizás hasta más de una generación, para que podamos saber a fondo qué ocurrió en esos días de Abril del año 2002.
Abril ha tenido víctimas, seres humanos que perdieron la vida allí. Ha tenido víctimas como los comisarios y policías que todavía permanecen detenidos y,ha tenido dos víctimas muy importantes: “La justicia” porque ésta no se vió y “la verdad”, porque la verdad es lo primero que se ha sacrificado.
La famosa “Comisión de la Verdad” que debía instalarse para determinar las responsabilidades, de los francotiradores, no se instaló jamás. Por otra parte, desde ese tiempo hasta la fecha, lo que hemos tenido son relatos interesados y en muchos casos, verdades a medias. Nada peor que una verdad a media porque siempre termina siendo una trampa.
Se ha escrito bastante del 11 de Abril, pero los relatos siempre son inconclusos. Es como armar rompecabezas donde faltan las piezas fundamentales. Sin embargo, entre los muchos libros escritos, quiero detenerme en “El Acertijo de Abril”, que fuera escrito originalmente por Alfredo Meza y Sandra Lafuente, publicado al año de los sucesos de Abril, como un gran reportaje.
El Libro “El Acertijo de Abril” trató de tomar los testimonios de la época y así brindarnos, el rompecabezas (para usar de nuevo la expresión) más aproximado a lo que ocurrió.
Hoy, diez años después, viene una reescritura del libro, donde se nos presenta ahora como: El relato periodístico de la breve caída de Hugo Chávez, edición definitiva. Sergio Dahbar su editor, escribe: Reescrito completamente, con nuevas fuentes y entrevistas inéditas, con protagonistas que se encuentran en el exterior. Este texto coral, recuerda de alguna manera la obra de Nabokov “Invitado a una decapitación”. Un clásico del periodismo de investigación venezolano.
Decíamos al principio, es muy difícil llegarle a la verdad completa de lo que ocurrió en Abril. Pero este libro significa una ayuda bastante importante para acercarnos, en alguna medida, a esa verdad que como el agua, se nos va entre las manos.