El Doodle Maracucho

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  Lilian Ríos, es una mujer muy curiosa, muy  acuciosa. Suele estar pendiente de todo, o de  casi todo, y por lo general, repara en tantos detalles de esos que, como los rollings,  que al shorstop promedio se les van entre las piernas. Ella, por ejemplo, está pendiente de cosas, en las cuales uno jamás buscaría. Me llama la atención días atrás y me dice, busca la página de Google y verás que ahí hay un Doodle, donde para celebrar los 78 años del nacimiento de Robert Moog, el inventor del sintetizador, han puesto una octava en teclas, con las cuales se puede hacer música.

  ¡Caramba! ¡Qué bonito juguete! Que ingeniosa manera de saludar al creador del sintetizador. Hace 50 años, cuando Robert  Moog llevó esto adelante, al sintetizador se le llamaba precisamente así: Moog. Walter Carlos, que después terminó convertida en Wendy Carlos, uno de los precursores de hacer música con sintetizadores hablaba era del Moog. Bach on Moog, porque empezó trabajando con música de Johann Sebastian Bach.

  El detalle está en que en el diario El Universal, la periodista María de Lourdes Vásquez, nos revela algo curioso. Este  Doodle en Google es venezolano, de origen maracucho, para ser más preciso.

  La crónica de María de Lourdes dice: Reinaldo Aguiar, ingeniero eléctrico especializado en electrónica, egresado de la Universidad Simón Bolivar de Caracas en el año 2000, tiene una de esas historias de decepción, perseverancia y logro que comenzaron a gestarse en el 2003, tras el despido de más de 30 mil empleados de Petróleos de Venezuela (PDVSA), y que han puesto de manifiesto la enorme pérdida humana que significó dicha medida para el país.

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  La de Reinaldo es una experiencia de éxito que hoy día le permite hacer vida profesional en Mountain View, California en el corazón mismo de Google.

  En el 2003 Aguiar era un joven ingeniero que se desempeñaba en la Gerencia de Proyectos Mayores en PDVSA, en Maracaibo, concretamente desarrollando software para el manejo de las plantas de gas, pero un día, tras el llamado Paro Petrolero, vió su nombre en la lista de despedidos.

  En la actualidad es ingeniero de software en Google Search, uno de los cinco venezolanos que trabajan en el cuartel general de la compañía en California. De los proyectos en los que trabaja es casi nada lo que puede decir, debido a la alta competitividad de la industria de las tecnologías de la información. En estos términos, resume su actividad: “Yo escribo el software que los otros ingenieros de Google utilizan para escribir los features de Google search”. 

  Pero muestra con orgullo su participación en el desarrollo de los aspectos técnicos del Doodle Moog publicado por la compañía el pasado 23 de Mayo.

  Luego el reportaje nos va hablando de todas sus virtudes y todo lo que hizo.

  Aquí, es bueno detenernos en un detalle. Ha sido tema recurrente, en estas últimas semanas, en estos últimos meses, el tema de la partida del país.

  El video clip “Caracas ciudad de despedidas” que ya lo comentamos aquí en la página, provocó una discusión bastante interesante al respecto. Tenemos literatura sobre eso de la salida, del destierro, hemos  mencionado las novelas de Eduardo Sánchez Rugeles.

  Muchos de una generación se van porque el país se les ha vuelto una suerte de “trampa-jaula”, un espacio cerrado que les asfixia. Otros, también muy jóvenes, se fueron sencillamente porque no tenían remedio. Es el caso de nuestro personaje de hoy, Reinaldo Aguiar, ingeniero egresado de La Simón Bolívar. Uno de los tantos de aquella importantísima, brillante y magnífica empresa que fue PDVSA. La PDVSA que ya no es y que gracias a las gestiones, bastantes ineficientes,  del Gobierno se ha convertido en una empresa de retaguardia, una empresa de retazos, una empresa muy lejos de aquella posición vanguardista que tuvo en otros momentos.

  Nuestros venezolanos ahora hacen que el petróleo sea un negocio importante en Colombia. Están a la vanguardia de lo que se trabaja en buena parte de Europa, en Canadá, en el Medio Oriente. Y tanto que necesitamos de ellos aquí.

  Es una pena inmensa que nuestra Venezuela  cada día se vaya partiendo y desmembrando de esta manera. Es una pena inmensa esta diáspora de venezolanos que recorre el mundo. Pero allí están a su manera dándonos mucha alegría y felicidad. Por lo pronto, Reinaldo Aguiar, nos regaló un Doodle en Google y usted, ahora tiene su Moog y puede tocar algo de esa melodía.

  ¿Regresará  Reinaldo algún día a Venezuela? ¿Regresarán  algún día todos los demás?. La pregunta queda abierta.

7 comments

  1. En realidad, Robert Moog no inventó el sintetizador. Su gran logro, que fue muchísimo más importante que inventar el sintetizador, fue integrar cuatro componentes del tamaño de cavas para refrescos cada uno en una sola cajita que podía cerrarse para ocultar los controles y el teclado y que podía llevarse a todas partes. Además, hasta ese momento los sintetizadores eran controlados mediante clavijas, al modo de las centrales telefónicas antiguas. Todo esto impedía cualquier clase de improvisación en la composición y ejecución. Sólo gracias al Mini Moog pudo el sintetizador ser el impulsor del gigantesco salto adelante que dio la música a partir de 1970.

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