Después del 2020 tan catastrófico, deseo que el 2021 fluya suave y armoniosamente, quizá no con la exactitud de esta bolita de madera en ese bosque japonés, pero sí algo parecido. Total, siempre podemos aspirar a más: la música y el xilófono son hechura humana.
¡Feliz 2021!
Después del 2020 tan catastrófico, deseo que el 2021 fluya suave y armoniosamente, quizá no con la exactitud de esta bolita de madera en ese bosque japonés, pero sí algo parecido. Total, siempre podemos aspirar a más: la música y el xilófono son hechura humana. Feliz 2021! https://t.co/iuS88No8Tk
— César Miguel Rondón (@cmrondon) December 26, 2020