Publicado en: Caraota Digital
Por: Manuel Carrillo
Cuando hay equivocaciones es común en gerencia poner el ejemplo del
General Custer que preguntó a sus soldados armados de rifles el por qué
estaba herido de flecha por la espalda si los indios estaban enfrente.
La planificación estratégica tiene su base histórica en El arte de la guerra
de Sun Tzu que fue traducido y aplicado con éxito en las guerras de imperios por el general prusiano Carl Von Clausewitz en 1800 y no es otra cosa que usar eficientemente los sabios consejos del maestro para ganar confrontaciones armadas.
Este historiador y militar fue el primero en occidente en escribir manuales prácticos sobre la guerra, “La naturaleza de la guerra” y “Estrategia y táctica” entre otras. Estudiar su obra es indispensable en las mejores escuelas militares del mundo. Von Clausewitz se inscribió en el ejercito a las
12 años y cuando comenzaron las guerras napoleónicas ya tenía 26-
Estando al mando de un cuartel, los franceses aplastaron a las fuerzas alemanas, mataron al Rey Carlos Guillermo y las tropas desintegradas huyeron para salvar sus vidas. El entonces teniente quedó detenido junto a 20 mil soldados en Auerstad por dos años, pero esa es otra historia.
Alianzas coyunturales estratégicas
Pactar con enemigos por un fin común es de sabios. Hasta Maquiavelo lo
recomendó en el “Príncipe”. Son giros que las circunstancias obligan y de allí la necesaria flexibilidad en la toma de decisiones de los estrategas.
Ante la insistencia de la monarquía alemana de seguir enfrentando a
Napoleón de forma tradicional, Carl pidió la baja con otros generales
prusianos y se fueron a Rusia a ponerse a la orden de su archienemigo el
Zar Alejandro I con la esperanza de enfrentar definitivamente a los franceses.
Aunque no fue exactamente así, el fin fue el mismo. Logra la alianza de
Rusia, Gran Bretaña y Alemania en la convención de Tauroggen que
terminan derrotando a Bonaparte. Se dio el gusto de presenciar la huida del
gigante de Elba y sus tropas de Moscú.
Ya de regreso a su tierra sin los favores del rey por su postura con Rusia, logra ser nombrado por su amigo Von Thielmann, jefe del estado mayor conjunto durante la campaña de Waterloo y ya ustedes saben los resultados adversos para los franceses.
Más adelante escribiría su obra magna: Los errores de Waterloo. Por esto la otra cara de la derrota es la victoria pero es indispensable aprender de la primera. Tal y como lo hizo Churchill con sus equivocaciones en la batalla de Gallipoli con los turcos, durante la primera guerra mundial y que toma en cuenta cuando ordena el rescate en embarcaciones privadas de las tropas inglesas asediadas por los nazis en la playa de Dunkerque. Eso de aprender de lo errores es de importancia capital.
Las inútiles consultas a las gradas
Después de la Segunda Guerra esos manuales fueron convertidos en herramientas para las empresas y las personas para lograr el ansiado éxito en su proceder. La evolución es de tal salto que ahora es obligado utilizar las estrategias de guerra en política, en las finanzas y en el mercadeo.
Programación neurolinguística por delante. El padre de la administración estratégica moderna fue el economista y matemático Ruso Igor Ansoff. Las grandes corporaciones americanas , petroleras, textiles , tabaco, aerolíneas utilizaron su método.
Los tigres asiáticos salieron de sus debacles económicas traducidas en pobreza extrema gracias al uso pragmático y flexible de la planificación a corto, mediano y largo plazo. Las correcciones y giros requeridos de forma oportuna les permitieron tomar decisiones acertadas.
Los japoneses salieron de abajo con su plan de calidad total en los 80’s, que culmino siendo la reingeniería de procesos, los estados unidos con estrategias de los libros de Alvin Tofler en los 70’s el “Sock del futuro” y “La tercera Ola”. y así. La dirección política esta en la obligación de dar giros inesperados y efectuar las alianzas necesarias y con el pañuelo en la nariz para salvar al país del colapso del régimen sin tanta preguntadera en las RRSS. El tiempo apremia y para luego es tarde.