Reclamo de elecciones internas choca contra el dedazo en la cúpula del PSUV – Pedro Pablo Peñaloza

Publicado en Runrunes

Por: Pedro Pablo Peñaloza

Hugo Chávez vive y pide elecciones internas en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Al menos, a través de la pluma de su hermano Adán. El constituyente del estado Barinas se une a las voces que exigen consultar a las bases para renovar el liderazgo nacional y regional en el marco del IV Congreso del PSUV, cuya preparación ya está en marcha y que sesionará a finales de julio.

“El IV Congreso del PSUV debe servir para poder elegir desde la base los cuadros necesarios para terminar de consolidar el partido que necesita la revolución bolivariana; y poder así, profundizar y acelerar en la construcción de nuestro socialismo”, destacó Adán Chávez en un artículo publicado el domingo 24 de junio bajo el título “IV Congreso del PSUV y el espíritu de Carabobo”.

En ese texto, el exministro de Cultura cita al finado Presidente para justificar su iniciativa de democratizar a la organización fundada en 2006. “Serán las bases populares las que elegirán los liderazgos”, señaló el comandante Chávez el 24 de marzo de 2006. “El Partido Socialista Unido por supuesto será el más democrático de los partidos de la historia venezolana, se elegirá por la base a los verdaderos líderes”, reiteró el 12 de enero de 2008.

Antes que Adán Chávez, el titular de Educación, Elías Jaua, dijo a Unión Radio el 29 de mayo que había propuesto en el seno de la dirección nacional del PSUV que, tras la celebración del IV Congreso, todos pusieran sus cargos a la orden y se realizara un “proceso de votación directa, secreta y universal” para ungir a la nueva cúpula roja.

“El presidente Nicolás Maduro es el único miembro de esta dirección que ha sido relegitimado, el chavismo duro salió a elegirlo como presidente y líder de esta etapa. No debemos tener miedo a la soberanía de nuestra militancia, es la hora de que le demos a nuestra militancia la oportunidad, el derecho, de elegir de manera directa, secreta y universal a la dirección el partido y las direcciones regionales”, insistió Jaua.

En una entrevista concedida al 27 de junio al portal Supuesto Negado, el ministro aclaró que “no planteo que todo el mundo se vaya”, pero admitió: “hay un sector del chavismo descontento con los métodos de dirección, con los métodos de designación de candidatos, de autoridades, con la ausencia de debate”.

Atornillados

La composición de la dirección nacional se ha sometido a votación una sola vez. Ocurrió el domingo 9 de marzo de 2008, en una elección de segundo grado donde sufragaron 79 mil 448 delegados en representación de los más de 5 millones de “aspirantes a militantes” de la organización que aún definía su estructura.

Un ex directivo del PSUV, que pide resguardar su identidad, asevera que el proceso interno de 2008 fue “realmente democrático”. No obstante, agrega la fuente, Chávez “filtró” y “redujo” el número de candidatos promovidos por las bases y habría vetado directamente “por razones no precisadas” a tres líderes rojos: el alcalde metropolitano de Caracas, Juan Barreto, el gobernador del estado Falcón, Jesús Montilla, y el alcalde de Maracaibo, Giancarlo Di Martino.

Los 15 principales favorecidos por el apoyo de las bases fueron Aristóbulo Istúriz, Adán Chávez, Mario Silva, Jorge Rodríguez, Antonia Muñoz, Carlos Escarrá, Nohelí Pocaterra, Vanessa Davies, Cilia Flores, María León, Nicolás Maduro, Alí Rodríguez Araque, Héctor Rodríguez, Elías Jaua y Erika Farías.

Debido a la cantidad de votos que pudieron acumular, quedaron en condición de suplentes María Cristina Iglesias, Diosdado Cabello, Héctor Navarro, Freddy Bernal, Luis Reyes Reyes, Jacqueline Faria, Rafael Ramírez, William Lara, Ramón Rodríguez Chacín, Rodrigo Cabezas, Ana Elisa Osorio, Darío Vivas, Yelitza Santaella, Tareck El Aissami y Alberto Müller Rojas.

Los resultados sorprendieron y generaron diversas lecturas. Primero, se habló de un fortalecimiento de la izquierda “tradicional” y de la irrupción de los “mediáticos”, encabezados por Istúriz, Silva y Davies, quienes en ese tiempo conducían espacios relevantes en Venezolana de Televisión (VTV).

También se comentó la derrota del voto “entubado” por los “kinos” y el retroceso del ala militar, encarnada en aquel momento por Cabello, Reyes Reyes y Rodríguez Chacín, quienes quedaron fuera del cuadro principal, y otros que ni siquiera figuraron como Francisco Ameliach, Francisco Arias Cárdenas, Rafael Isea y Jesse Chacón.

Pronto Chávez corregiría a sus simpatizantes, ampliando el número de sillas en el cogollo para incorporar a los suplentes. En su condición de jefe del partido, movió sus piezas y en diciembre de 2011 designó primer vicepresidente a Cabello en sustitución de Flores, quien venía ocupando el cargo desde 2009.

La purga

La nómina original sufrió cambios por distintos motivos. Carlos Escarrá, Lara y Müller Rojas fallecieron. Ramírez, Osorio y Navarro han sido sancionados por cuestionar al mandatario nacional. Cabezas y Muñoz terminaron marginados por sus posiciones críticas. Y Silva fue removido, aunque pudo resurgir de las cenizas para alzarse con un escaño en la Constituyente y retomar su programa en VTV.

Consultada por Runrunes, la periodista Vanessa Davies dijo no recordar los detalles de la elección interna de 2008. Con respecto a su separación de la cúpula roja, expuso que se marchó a los pocos meses para asumir el proyecto del diario Correo del Orinoco.

Sin contar a Maduro y Cabello, la dirección nacional del PSUV tiene 31 miembros. De ese total, 15 llegaron a la cima empujados por el dedo de Miraflores. La lista está conformada por Andreína Tarazón, Blanca Eekhout, Eduardo Piñate, Ernesto Villegas, Ameliach, Arias Cárdenas, Gladys Requena, Isis Ochoa, Jesús Faría, Julio León Heredia, Nicia Maldonado, Pedro Carreño, Rodolfo Sanz, Tania Díaz y Víctor Clark.

En medio del III Congreso, desarrollado en 2014, el Presidente encargó a Ameliach la Comisión Nacional de Organización y Asuntos Electorales, que tenía como fin “dirigir los procesos de renovación y legitimación que nos van a llevar desde el 31 de julio de 2014 hasta el 28 de enero de 2015”.

Un boletín publicado en la web de la organización el 31 de diciembre de 2014 anunciaba: “El PSUV realizará en enero próximo nuevas elecciones internas. Se renovará en esta ocasión la dirección nacional (…)”. Sin embargo, las bases no fueron escuchadas y la prometida “renovación” no pasó de una repartición de cuotas de poder entre los miembros de la cúpula.

El ex directivo del partido sostiene que un grupo constituido por Freddy Bernal, Héctor Navarro, Ana Elisa Osorio, Rodrigo Cabezas, Antonia Muñoz y María León plasmó en una carta privada la necesidad de realizar elecciones para democratizar a la organización y, además, cuestionó que la cúpula pasaba meses sin reunirse. “Intentamos funcionar como una corriente interna, pero la respuesta que dio Cabello fue sacar a Navarro del programa Debate Socialista que transmitía VTV”, acota.

Contra los grupitos

El artículo 5 de los estatutos del partido establece que para la toma de decisiones y comicios internos podrán utilizar “elección directa, universal y secreta; cooptación, elecciones de primero, segundo o tercer grado; (y) opinión y consenso”.

Cabello ya ha dicho en el pasado cuál es su opción favorita. “En una revolución madura, donde todos tengamos un nivel de conciencia justo, no debería haber elecciones internas porque éstas son un método burgués que nos han inyectado. Lo que debería funcionar es la cooptación, que consiste en que, dado un cargo con un perfil determinado, se postulan varios nombres, y un grupo, un comité, toma la decisión”, expresó en una entrevista ofrecida al diario Ciudad Caracas el 14 de marzo de 2011.

Al margen de lo que estipula la norma roja, la Carta Magna de 1999 recoge en su artículo 67: “Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de asociarse con fines políticos, mediante métodos democráticos de organización, funcionamiento y dirección. Sus organismos de dirección y sus candidatos o candidatas a cargos de elección popular serán seleccionados o seleccionadas en elecciones internas con la participación de sus integrantes”.

El flamante presidente de la Constituyente parece querer evitar las competencias internas para concentrarse en blindar la unidad de la organización. “No hagamos parte de grupos, los grupos son dañinos, al final terminan peleando entre ellos, imponiéndose las ambiciones, las miserias (…) El Congreso del partido es para fortalecernos, para ayudar al hermano Nicolás a construir el socialismo para hacer una revolución, no es para el grupo A, B, C, D”, explicó el 12 de junio en un encuentro con la Juventud del PSUV.

En ese mismo evento, Maduro alertó a los jóvenes sobre los peligros del “sectarismo”. “Cuidado con el sectarismo, cuidado con la intriga, el divisionismo. Cuidado con los chismes, cuidado con el grupalismo”, indicó el líder de la revolución chavista.

El gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez, informó el lunes que entre el 9 y 15 de julio “vamos a tener debates y elección de los delegados al Congreso”. Queda por ver si la ola democratizadora por fin llega a la cúpula roja. Mientras tanto, la discusión interna atiza la pelea entre dos posiciones: voto contra dedazo.

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