Limardo

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  Limardo… Hoy toda Venezuela se llama Limardo. Porque la alegría, la euforia, la emoción que nos ha dado este joven de apenas 26 años, -cumple 27 años mañana-,  es inmensa.

  Después de 44 años, los venezolanos tenemos otra medalla de oro.  Rubén Limardo, nació el 3 de agosto de 1985, en Ciudad Bolívar. Fue a los juegos Olímpicos de Pekín 2008, llegó en el puesto 23,  en espada masculina individual. Ahora todos queremos saber de Limardo.

  En la primera página de Últimas Noticias,  nos dicen que él, de niño jugaba al Zorro. –Claro, al Zorro juegan todos los niños, pero sólo uno, logró la Medalla de Oro con la espada.

  Mariana Moreno, escribe en el diario El Nacional: El sueño olímpico de Rubén Limardo comenzó hace casi dos décadas, en su natal  Ciudad Bolívar, cuando jugaba a los piratas con sus primos (…) Cuando el hijo mayor de Francisco Limardo tenía siete años de edad, su tío Ruperto Gascón, llegó de Ucrania con un diploma que lo certificaba como entrenador de esgrima, pero con nulas oportunidades de ejercer su profesión en Venezuela. – Hay algo aquí bien interesante-  Un accidente en patineta, cuando tenía 12 años, selló su destino deportivo. Una fractura en el brazo derecho, le obligó a comenzar a competir como zurdo y cambiarse de arma (…) Pocos años después, decidió mudarse a Ucrania -y luego a Polonia-, siempre en compañía de su tío Ruperto, para formarse más rigurosamente.

  En el 2005, con 20 años de edad, ganó la triple corona juvenil, al ser campeón mundial, ganador de una Copa del Mundo y número 1 del ranking. Desde esa época vaticinó, con una confianza que no dejaba lugar a dudas, que no se retiraría de la competencia deportiva sin una presea olímpica (…) “Muchos dirán que estoy loco, porque afirmo que seré campeón mundial y olímpico, pero esa imagen, está clara en mi mente. No sé si será pronto o se tardará, pero sé que llegaré”. – Así habló Rubén Limardo.

  Al leer esta pequeña nota con su biografía, entendemos que su hazaña, así como la de Morochito, hace 44 años, fueron hazañas muy personales.  Cuando los países tienen una auténtica política deportiva se logran varias medallas  en distintas disciplinas. Cuando uno tiene una persona que destaca con una medalla de oro, estamos hablando de una hazaña personal. Por eso, es lamentable la declaración del joven ministro del deporte, atribuyéndole esta medalla de oro a los trece años de la revolución.

  ¡Por favor!

  Si hubiesen servido para algo esos trece años, serían muchas más medallas. Además, recordamos todavía, el foro que hicimos en el programa de radio con el diputado  Miguel Pizarro y el periodista Fernando Petrocelli, cuando estaba nuestra delegación yendo a las olimpíadas, y se habló del pésimo trabajo que se había hecho en Venezuela,  sobre todo a nivel directivo, a nivel gremial. La ausencia del Voleibol, por ejemplo, y tantos otros casos.

  De manera  tal, que hay que aplaudir a Limardo y sólo a Limardo. Así como hace 44 años aplaudimos a Francisco Morochito Rodríguez,  y sólo a Morochito Rodríguez, quien, en un gesto muy bonito, ha dicho: “Me siento orgulloso, mi medalla ya estaba viejita”.

  Por cierto, Lila Vanorio, productora de nuestro programa, nos comenta que hace un par de años le tocó entrevistarlo y da pena, porque Morochito, como tantas otras glorias del deporte, terminó abandonado, en  algún botiquín de su Cumaná natal. Ese porvenir, no lo deseamos de ninguna manera, para Rubén Limardo, quien nos ha dado una alegría maravillosa a todos los venezolanos.

  “Limardo asperezas”, porque la ventaja del deporte es esa, que es de todos y es para todos. Y Rubén, en estos tiempos tan particulares, tan difíciles, tan extraños de los venezolanos, todos como uno sólo, te agradecemos a ti, esa alegría inmensa, por esa merecidísima medalla de oro.

  ¡Muchas Gracias!

 

1 comment

  1. y cumplio su cometido amigo limardo no importa si el gobierno no lo ha apoyado ud es un campeon .recuerde al corredor de f1 carlos maldonado apoyado por pdvsa y vive en problemas no ha ganado mas que una prueba como se llama eso "se llama pava o maldicion"

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