Sabios consejos

 

“La Academia Nacional de Ciencias Económicas se dirige a la Nación”. Así se encabeza un comunicado que tan importante Academia ha elaborado para manifestar su posición frente al drama económico que vive el país y las eventuales soluciones a dicho drama.

Comienzan con una mención a la encuesta de Encovi: “La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2016, realizada conjuntamente por las universidades Central de Venezuela, Católica Andrés Bello y Simón Bolívar, arroja para el año 2016 hallazgos que no podían ser más alarmantes. La pobreza por ingresos, ya elevada de por sí en el 2015 del 73%, alcanza a un 81,8% de los hogares, cifra nunca registrada en la historia de la Venezuela moderna, y más de la mitad se encuentra en pobreza extrema, es decir, el 51,1%. En total, 18,2% de los hogares no son pobres.”

Que tampoco significa que estén boyantes. Es decir, Venezuela nunca había sido tan pobre como en este tiempo nefasto cuando ha sido gobernada por el chavismo.

“Desde la Academia nos hemos pronunciado por la necesidad imperiosa de derrotar la espantosa inflación que empobrece a los venezolanos, la más alta del mundo durante los últimos tres años, para superar tan lamentable situación. Nos sentimos obligados a reiterar la urgencia de reducir drásticamente el déficit del Estado, eliminar su financiamiento monetario, unificar el tipo de cambio en torno a sus valores reales de equilibrio y liberar a las fuerzas productivas para que puedan responder a las necesidades del mercado doméstico. Es menester sanear las cuentas del sector público, eliminando el gasto improductivo y aumentando sus ingresos. Deben sincerarse los precios de los bienes y servicios que brinda el Estado, venderse empresas que hoy desangran las arcas públicas y combatir eficazmente las corruptelas que tantos recursos le han robado a los venezolanos.”

Y cuando se habla de las corruptelas hay que señalar puntualmente el tema del control de cambio. Dice la Academia:

“El actual control cambiario, con sus tasas tan dispares y distorsionadoras de los precios internos, ha acentuado la fuga de capitales, la devaluación incesante de nuestra moneda y la merma de las reservas internacionales del país. Su desmantelamiento es indispensable para superar los cuellos de botella externos que restringen la capacidad de importar insumos y equipos para las actividades productivas, así como los bienes de consumo final que requiere la población.” También acota el comunicado: “La reactivación de la economía interna y la promoción de la competencia requieren levantar los controles y las regulaciones punitivas.”

Con relación a Pdvsa:

“Sincerar los precios de los combustibles internos y rescatar a la industria petrolera de los compromisos impuestos que le han impedido cumplir con su misión de producir competitivamente crudo, gas y sus productos, mejoraría significativamente su situación financiera.”

Y ya hacia el final destaca el documento:

De tomarse las medidas aquí expuestas, el Estado dispondrá de recursos para compensar a aquellos sectores vulnerables que pudiesen resultar afectados por algunas de ellas. Ejemplos exitosos de compensación en otros países abundan, como es el caso del socio de Venezuela en la OPEP, Irán, que instrumentó un eficiente programa de transferencias a su población ante el incremento en el precio de la gasolina. Cabe señalar, sin embargo, que las medidas propuestas ejercerán efectos expansivos sobre la economía, que hacen prever una mejora en el bienestar de los venezolanos. El ajuste dramático y empobrecedor ya lo hemos sufrido, dada la negativa del Ejecutivo a rectificar políticas que han alimentado la inflación, acentuado el desabastecimiento y deprimido la capacidad productiva del país.”

Y un último párrafo definitivo y contundente:

“A esta corporación le cuesta entender que, ante la terrible situación que enfrenta hoy la mayoría de los venezolanos, el Ejecutivo mantenga estas políticas. Pretender que un abastecimiento precario de reparto controlado de alimentos como el de los CLAP sea la única respuesta, condenará a la población a un mayor empobrecimiento. Los padecimientos de nuestros compatriotas son evitables y la Academia Nacional de Ciencias Económicas ha ofrecido reiteradamente sus criterios sobre cómo superarlos, en cumplimiento de su deber. Reiteramos una vez más nuestra disposición a colaborar con la formulación de las medidas requeridas para la reactivación de la economía, en espera de que el Gobierno Nacional asuma valientemente su deber para con la mejora del bienestar de los venezolanos. Estamos a la orden.”

Pero dudo que el gobierno llame a los académicos, que les escuche sincera y humildemente su sano consejo. Mientras leía el documento al aire, durante el programa radial, fui interrumpído por una cadena nacional. Pomposa, arrogante, falaz y fanfarrona, como estilan. Maduro peroraba frases huecas con dos muertos a su espalda, Chávez y Castro. Frente a él nada, solo una cámara de televisión y un vacío. Nunca una multitud, jamás el país. Esta sordera crónica, esta estúpida y cruel indolencia no le permitirá oir a los sabios. ¡Que vivan la miseria y la ignorancia!

 

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