De cómo el Psuv coincide con el Senado gringo.

El Senado de los Estados Unidos por unanimidad ha aprobado una resolución muy fuerte en contra del gobierno venezolano. Ocurrió ayer: “Venezuela avanza hacia la catástrofe, lo podemos ver en las largas colas, los apagones y el descontento civil que se extiende como una plaga por todo el país. Sin embargo, el gobierno de Maduro continúa ignorando los innumerables llamados para que asuma normas democráticas y respete las libertades civiles.”

Lo anterior es una declaración del senador Dick Robin, Demócrata del Estado de Illinois: “Hoy el Senado de los Estados Unidos se levanta junto al pueblo de Venezuela, que continúa pagando un alto precio por la obstinación del gobierno venezolano de no cambiar el curso”. Es una declaración con varios considerandos, punzantes y agudos, y varias importantes resoluciones como pedir la libertad de los presos políticos, que se asuma el diálogo con salida real que ha aupado el Vaticano, y brindar todo el apoyo al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, para que proceda con la implementación de la Carta Democrática; también exhortan a los demás países de la organización para que sumen sus esfuerzos para solucionar la crisis venezolana.

Esta resolución, nada frecuente, además por unanimidad en un momento cuando la política norteamericana es división y polarización, habla de un gobierno inmerso en una crisis que podría decirse terminal o de difícil salida. Y me llama la atención que, leyendo la prensa venezolana, veo que ese diagnostico del Senado norteamericano coincide nada menos que con el del Psuv. Hoy El Nacional en su primera página destaca: “Usarán los CLAP y redes sociales para adoctrinar. La cúpula del Psuv se propone en 55 días informar al presidente Maduro sobre qué hacer para mantenerse en el poder, ganar las elecciones si las hay, y evitar un estallido social. La entrega del plan operativo 2017-2019 está prevista para el 19 abril”. Apenas una breve pero muy reveladora nota en primera página.

Reparemos en los tres puntos.

1.- ¿Qué hacer para mantenerse en el poder?

Cuando uno se pregunta qué hacer para mantenerse en el poder, es porque entiende que la permanencia en el mismo es, por decir lo menos, frágil, es inestable, quizá pendiendo de un hilo.

2.-Ganar las elecciones, si las hay.

No hay mucho más que agregar, ya sabemos que Maduro expresó tácitamente, sin melindres ni medias tintas, que solo harían elecciones si las ganaban.

3.-Evitar un estallido social.

¿Lo ve tan inminente el partido de gobierno que ya tiene que preocuparse de abortarlo o contenerlo? La angustia parece inmensa si para ello todo es válido: claps, redes sociales y, por supuesto, el Carnet de la Patria como diques de contención.

Estos son los dilemas y los dramas por los que se pasea la dirigencia del Psuv. Ahí, pues, se despliega un claro panorama de los temores del régimen.

Cierro el comentario con este articulo en Konzapata firmado por Pedro Benitez: “La élite chavista perdió el pudor. Maduro, Jorge Rodríguez y toda la élite del poder chavista andan en plan de provocar a todo el país todos los días. ¿Qué será más importante, celebrar los carnavales con un festival de salsa o suministrar los medicamentos para la tensión arterial que no se consiguen en Venezuela? Cuando un grupo que ejerce el poder político sobre una nación se desconecta de tal manera de la vida cotidiana de sus gobernados es cuando verdaderamente corre peligro”. Y escribe más abajo el historiador: “La manera poco austera como Carlos Andrés Pérez tomó su segundo mandato presidencial fue uno de sus errores más caros”.

Y todos sabemos qué pasó.

 

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