El planeta está cambiando. El clima del planeta está cambiando. La Primavera cada vez es más corta, el otoño igual y en el Trópico, también nos están cambiando las cosas.
Recuerdo que en mi juventud los meses de Diciembre, Enero, Febrero, eran meses extraordinarios. Eran los más hermosos meses del año. El cielo de Caracas tenía un azul intenso, único. Eran días frescos, fríos. Se hablaba de la llegada de Pacheco, no llovía y valía la pena, pues, caminar mucho.
Ahora la situación es distinta drásticamente. En 1999 sufrimos, por ejemplo, la primera gran vaguada, la que nos cambió por completo el panorama en todos los órdenes. Ese año 99, el 15 de Diciembre, en la radio hicimos un operativo especial para cubrir el proceso eleccionario de ese momento, si se aprobaba o no la convocatoria a una Reforma Constituyente. Sin embargo, llovía y llovía y llovía. Llovía muchísimo y hubo un momento en que entendimos que el operativo para hacerle cobertura a la circunstancia electoral ya no tenía sentido.
Recuerdo haber entrevistado al entonces gobernador del Estado Miranda, Enrique Mendoza, quien estaba ya de emergencia en algún pueblo, y le pregunto:
– ¿Ya están instaladas las máquinas, cómo va el proceso de votación?
Y me sorprendió cuando Enrique Mendoza me dice:
– ¡Qué elección ni que máquinas del carajo, aquí nos estamos ahogando!
Esas fueron sus palabras.
En efecto, la situación, el desborde de los ríos, ya habían creado un panorama de caos absoluto. El Presidente de la República tardó en entender esto, se empeñó hasta el último momento en cantar su victoria, en celebrar en el balcón del pueblo mientras caía el aguacero y la población de Vargas, la población del Distrito Capital, la zona central del país ya vivían con pánico esas horas que se hacían largas bajo el aguacero.
El planeta ha cambiado, es evidente, ya por lo visto aquellos días decembrinos no vuelven y resulta que en este año del 2011 de nuevo tenemos lluvias, lluvias intensas en todo el territorio Nacional
Y en un recuerdo, nefasto, no hay venezolano de este tiempo que no mire con angustia cuando la lluvia se hace intensa, prolongada y sin tregua. En un recuerdo nefasto, repito, en el aguacero del día 6, el Presidente decidió celebrar los 13 años de su victoria electoral y habló y habló y habló… Habló de cosas tan importantes como afirmar, por ejemplo, que la llegada del hombre a la luna fue un montaje del imperialismo, y la lluvia seguía cayendo, respondiendo con indiferencia la indiferencia del que peroraba.
Ojalá, pues, no lleguemos a la experiencia del año 99, ojalá escampe un poquito.