Por qué pasó lo que pasó

El día de los inocentes suele ser el 28 de diciembre, pero El Informador de Barquisimeto hoy viernes 16 titula: “El día de los inocentes se adelantó y cayeron”. ¿Por qué? Pues porque no llegaron los fulanos nuevos billetes que con tanta pompa había prometido Nelson Merentes. El Clarín, en La Victoria: “El de 500 se hace esperar, los cajeros aun dan el de 100”. Versión Final, en Maracaibo: “El billete de 500 deja al Zulia con los crespos hechos”. El Tiempo, en Valera: “No aparecen los nuevos billetes. Paralizada la economía nacional”. Pero Últimas Noticias, para continuar con el estilo falaz que le caracteriza: “Llegaron 76 millones de billetes de 50 y los nuevos de 500 se dejaran ver en las próximas horas”. ¿Cuáles próximas horas? No había que ser demasiado perspicaz y agudo para saber que el jueves 15 de diciembre no habría nada nuevo en la calle. Ningún billete, ninguna moneda del nuevo cono monetario. Porque este gobierno es improvisado, porque este gobierno miente, miente sin pudor, sin límite alguno.

Ahora tenemos un caos total en el país. El Nacional: “Ya venció el plazo de las 72 horas y no aparecieron los billetes. La banca no tiene ninguna información sobre cuando recibirán los de 500 y las monedas de 100. En todo caso la fecha seria después del 26 de diciembre y de forma paulatina.” Falso, pues, lo de Últimas Noticias afirmando que será en las próximas horas. No. Si acaso será después de la Nochebuena.

¿Por qué ocurre esto?

El Nacional informa: “Una fuente del Ministerio de Finanzas aseguró que el presidente revocó el valor del papel moneda de 100 bolívares para bajar la cotización del dólar paralelo y disminuir la demanda de divisas, y que en la estrategia no participaron ni el Ministerio de Finanzas ni el BCV. El economista Asdrúbal Oliveros, dijo que se sacó de circulación el billete a costa del país. “Obviamente que bajó la cotización del paralelo, pero se paralizó la actividad comercial, se profundizó la recesión y se incrementó el descontento social. Nadie está comprando ni vendiendo más allá de pequeñas transacciones”. Orlando Ochoa, por su parte, afirmó que en la medida no hay racionalidad y que se trató de un shock comunicacional”.

Una nota que firma Orlando Zamora, en Konzapata.com, confirma que fue una decisión exclusiva de Maduro sin que se enterase ni el BCV ni el Ministerio de Finanzas: “El anuncio de Maduro decretando la muerte súbita del billete de mayor valor tuvo un impacto parecido al de la aparición del nuevo cono monetario, que admitió de hecho la brutal pérdida de compra del bolívar “fuerte”, devorado por la galopante inflación.” Ambos eventos opacan la navidad y crean una profunda preocupación del cara al venidero año, pero sus repercusiones no cesarán por un tiempo, por la forma y el trasfondo de la medida”.

¿De dónde sacó Maduro semejante idea? Escribe Zamora: “La radical propuesta proviene del asesor español Alfredo Serrano Mancilla (el mismo al que Maduro bautizó como el Jesucristo de la economía) y de los escasos teóricos del chavismo en el área económica, quienes se plantean por qué mejor no combinar la inmediata fase posterior a la entrada legal del cono monetario (consiste en retirar los billetes desmonetizados en forma ordenada y advertida con antelación al público, incluso con meses de plazo como siempre se ha hecho) nuevo con una contraofensiva política que confirme la conspiración internacional, y, lo más importante, a que produzca una violenta contracción del consumo, mediante un corralito de nuevo tipo que incluye los límites de retiro de dinero a través del proceso electrónico”.

Estamos hablando de unos individuos que juegan a la economía a costa suya, estimado lector. La idea es quitarle poder de compra, anunlarlo y, de paso, sacarlo a usted de quicio para que estos supuestos teóricos puedan seguir jugando a conspiraciones internacionales y  a una revolución absurda, nefasta y cruel que no tiene el menor sentido. Sigo en Konzapata.com: “El atraso de la adopción es responsabilidad de Nicolás Maduro, quien no ha admitido el triunfo de la inflación. El BCV lo advirtió muchas veces, aunque tampoco se preparó y aún hoy, por todo lo improvisado que ha sido este proceso, no están todos los billetes de reemplazo listos”.

Ya lo hemos dicho pero hay que repetirlo todas las veces que sea necesario: jamás habíamos tenido individuos tan irresponsables manejando la vida del país. Jamás tamaña irresponsabilidad había pasado por el Palacio de Miraflores.

Pero hagamos una pausa, la pausa necesaria a la que nos obliga el fin de año. Cuando regresemos sigamos con empeño, fe y constancia en nuestros oficios y trabajos, convencidos de que, gracias al esfuerzo mancomunado de todos nosotros los venezolanos, más temprano que tarde estos irresponsables saldrán  por la puerta trasera de la historia porque no podrán seguir haciendo de las suyas.

Cierro con la frase más hermosa y elocuente de estas fechas: “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”. Ellos, los de buena voluntad, son los que importan, porque ellos serán siempre la mejor garantía de que una patria buena, digna y noble seguirá en pie.

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