Bolívar se tiñe de sangre y Padrino López y Rangel Gómez no encuentran qué decir – Pedro Pablo Peñaloza

Por: Pedro Pablo Peñaloza

Padrino López dice que Venezuela requiere líderes políticos dePPP3_400x400 mayor altura. También le hace falta una Fuerza Armada que proteja su territorio, evite masacres y combata a quienes saquean sus riquezas naturales

En el estado Bolívar hay 212 especies de mamíferos, 1.108 especies de aves, 133 especies de reptiles, 140 especies de anfibios y un general en la Gobernación. En realidad, Francisco Rangel Gómez no es el único de su tipo en ese vasto territorio. En la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) abundan. Allí comenzó su ascenso Rangel Gómez, decano de los mandatarios regionales con 12 años seguidos en el cargo. Por la CVG también pasó el general Carlos Osorio, quien llegó con su amigo el coronel Heber Aguilar, preso por el saqueo –administrativo- de Abastos Bicentenario. Y ahora está el general Justo Noguera Pietri, el mismo de la lista de Obama. Quizás por eso, el deterioro de la región es general. Chiste fácil. Pero el presidente Nicolás Maduro ya tiene la fórmula para mejorar la seguridad en la entidad. “He decidido crear una zona militar especial de protección a todos los municipios mineros…”. Otro chiste fácil.

Mientras en Caracas los militares se pronuncian en defensa de la soberanía nacional y contra el imperialismo, en el sur del país manda El Topo. La planta insolente del extranjero hasta el fondo. ¿Cómo exigirle a un Gobierno que ejerza soberanía en Tumeremo si no controla aún la Cota 905? Eso queda muy lejos. Maten a 28, 14 o uno, la respuesta siempre es la misma. “Bandas y paramilitares”. La exponen en defensa propia, como un atenuante. Excusas para militares. En Guárico, donde gobierna un capitán de navío, reina alias El Picure. En Nueva Esparta, isla de un general en jefe, despidieron con honores a alias El Conejo. En Bolívar, controlado por un general de división, alias El Topo asesina y roba oro. Todo por culpa de alias Revolución.

Sin mediar ninguna investigación, el ministro de la Defensa asegura que los militares no tienen nada que ver con la masacre de Tumeremo. El general en jefe Padrino López, hombre piadoso donde los haya, olvida que tanto se peca por acción como por omisión. Para evitar las sospechas, aclara que ahora están acompañando a las víctimas. Mejor hubiera sido que llegaran antes de que fueran víctimas. “Venezuela requiere de líderes políticos de mayor altura”, se permite decir este oficial activo que se declara chavista. Antes, el general Rangel Gómez había jurado que “son falsas las informaciones sobre mineros asesinados”. Hijos del Gigante. Mientras Bolívar se tiñe de sangre, los ministros de la patria querida, independiente y soberana manifiestan con alborozo que “el Arco Minero del Orinoco representa un extraordinario potencial para China”. Mejor sacar a El Topo y meter a los chinos. El problema en ese territorio minero no es tanto el que sostiene el arco, sino quien dispara la flecha.

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