Feliz año

  Hace un año, en el primer editorial del 2015, comentábamos que arrancábamos un año que ya lucía agotado. Parecía que el mes de enero era en realidad el mes de julio, porque arrastrábamos todas las penurias, crisis y tragedias del 2014. Algo parecido hay que comentar ahora en este primer editorial del 2016, aunque por razones distintas. El año pareciera que tiene ya muchos días, semanas y meses encima. Y ello, en rigor, porque el nuevo año empezó el 7 de diciembre del 2015 cuando el país amaneció con una nueva mayoría política. Esa mayoría ha hecho de todo en muy pocos días. Descontando los asuetos de navidad y año nuevo, la Asamblea Nacional se ha convertido en una referencia importantísima que ha cambiado por completo el panorama político de la actualidad.

  El mismo día de la instalación, el 5 de enero, a pesar de las amenazas de altos personeros del régimen, incluyendo al propio presidente, la Asamblea se instaló, en una sesión un tanto turbulenta pero sesión al fin, y por mas que se hayan retirado los del oficialismo allí hay una nueva Asamblea Nacional.

  Luego hemos tenido la actitud protagónica de Ramos Allup, quien demuestra que en política no hay muertos, porque si bien muchos decían que ya había caducado su vigencia política, ahora ha renacido y de qué manera. Es la autentica ave fénix tropical y ha dado pie para todo, desde el chiste de “el milagro de Maduro, volvieron los adecos”, hasta los desplantes -para algunos exagerados, para otros para pertinentes- con el tema de los retratos de Chávez y el Bolívar mulato. Hasta llegar al viernes pasado, cuando Maduro va a la Asamblea a presentar su Memoria y Cuenta -con lo cual ya la reconoce plenamente- y Ramos Allup, teniéndolo ahí al lado y señalándolo con el índice, le dice absolutamente de todo sin eludir ningún tema, ni siquiera el militar.

  Estas situaciones, cuando apenas estamos a 18 de enero, nos dan la sensación de que estamos en un año cargado. Como a principios del 2015, pareciera que ya han transcurrido muchos días, semanas y meses, pero ahora en una situación completamente distinta.

  Lo sabemos, 2016 será un año duro, difícil. Según el Fondo Monetario Internacional la inflación será de 500%. Y ya oficialmente hemos cerrado -según las cifras parciales del Banco Central de Venezuela porque ni siquiera con todo y el retraso las dio completas, solo hasta septiembre- con la inflación más alta del mundo. Es en este contexto que el gobierno decreta una emergencia económica. Emergencia que llevará adelante un personaje particular, el joven Vicepresidente para el Área Económica y Ministro de Finanzas, Luis Salas.

  ¿Qué ocurrirá con este decreto de emergencia? El país está en crisis económica que el propio Maduro ha calificado de “catastrófica”. El barril de petróleo está a 24 dólares y ya casi vamos a terminar produciendo a pérdida, como tantos empresarios en el país. Pero el gobierno no parece cambiar.

  Veremos qué pasa en esa primera reunión del consejo de economía que se ha convocado para hoy. Veremos qué se termina decidiendo, si priva la sensatez y el gobierno da señales de rectificación, o todo lo contrario. Por lo pronto, el secretario ejecutivo de la MUD, Chúo Torrealba, ha dicho: “Si el gobierno no cambia posiblemente haya un cambio de gobierno”

  Estamos apenas a 18 de de enero y ya se está tocando ese tema.

  ¡Feliz año!

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