“No pasa nada”. Seguramente usted ha escuchado esa expresión: “En Venezuela no pasa nada”. No pasa nada y, sin embargo, cada día todo está peor. Uno se va un par de semanas y al regreso todo está igual como uno lo dejó, pero peor. Nos fuimos con la frontera cerrada. En algún momento se dijo que sería solo por 48 horas. Pero El Nacional hoy, en su gran titular de primera página, dice: “Temen que cierre fronterizo se extienda hasta enero”. ¿Hasta enero? Recuerdo unas declaraciones del presidente Maduro: “El cierre es indefinido”; y días después precisó de manera increíble: “Hasta que no se triunfe en la guerra económica la frontera permanecerá cerrada”. Eso lo comentamos en el programa de radio: eso significaba, sencillamente, que la frontera permanecería cerrada mientras Maduro estuviese en el Palacio de Miraflores.
Pero la situación se le complica al presidente. El antiguo mejor amigo, Juan Manuel Santos, ahora pasa a ser una persona no tan amistosa. Maduro pretende justificarlo afirmando que Santos “tiene una camisa de fuerza”; así lo declaró en Jamaica y así lo reseña hoy Últimas Noticias como su gran titular de primera página. ¿Pero quién le ha impuesto esa camisa de fuerza? Es predecible la imaginación de Maduro: la oligarquía mediática colombiana. De manera que no hay ninguna novedad en esto. Últimas Noticias también cita al gobernador Vielma Mora, asegurando que Bogotá rompió el acuerdo anticontrabando. Pero no le citan cuando confiesa que, en efecto, fue un error haber pintado las casas con una “D” o una “R”. Las que pintaron con “D” pasan a ser demolidas. Y así ocurrió. “Fue un error porque nos ha dado una mala imagen en el mundo”, afirmó Vielma Mora. Pues sí, la Canciller Mariángela Holguín está hoy en Ginebra, en campaña para explicar lo que está pasando la frontera de su país con el nuestro. Se va a reunir con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y de allí viajará a Nueva York para, en Naciones Unidas, plantear exactamente el mismo problema.
Ante los ojos del mundo, Venezuela es la culpable. Almagro, Secretario General de la OEA -quien fue con la señora Holguín (¡Cómo se mueve esa cancillería a diferencia de la nuestra!) a Cúcuta para examinar la situación en la frontera- dijo: “Sería muy importante un mensaje del gobierno venezolano para tranquilizar a los millones de colombianos que viven en Venezuela que transmita la hermandad latinoamericana que tantas veces hemos hablado en tantas reuniones. Pido a Maduro que restaurar la confianza de los colombianos en Venezuela”.
(Señor Almagro, el problema es que no sólo los colombianos están perdiendo la confianza en Venezuela, los propios venezolanos también.)
A todas estas Maduro le da un manejo político, electoral a la crisis: “No tenga miedo al diálogo, no me huya más, no tenga miedo, deme la cara”, así reta Maduro a Santos, según le cita el portal RunRunes.com. “Cuando usted quiera, donde usted quiera”, como si de una adolescente pega esquinera se tratara. Así lo cita a Maduro El Correo del Orinoco, que es un diario oficialista.
Según el analista Luis Vicente León: “Todos los problemas económicos que presenta el país, así como la crisis de escasez y una brutal inflación, tales inconvenientes son percibidos por Maduro y por esta razón mueve por completo el debate a la frontera y construye un culpable que se puede ver. La gente piensa que no se consigue leche, arroz, harina, gasolina ni ningún producto porque los contrabandistas se lo llevan y lo venden en Colombia a un precio más bajo”.
Tiene razón León: quizá en toda esta maniobra con la frontera no haya más que un intento por parte del gobierno para apartar al venezolano de su cotidianidad, del tema domestico, del tema económico, de esta terrible penuria que estamos viviendo; gracias al accionar del gobierno, ahora la noticia sólo está en la frontera. No hay más problemas en Venezuela.
Hasta ahora no pasa nada aparentemente, pero estamos cansados y con personas como Ud. que nos mantienen informados de la realidad y los entretelones de esa nefasta gestión vamos viendo luz de esperanza al final de este túnel
la luz será que nos toca ir aceptando que nos falta todavía tocar fondo?