Maduro en la Asamblea Nacional

  Seis años al frente de la cancillería, y durante esos años Guyana nunca existió, como si nuestra frontera oriental terminase en una especie de abismo. Durante esos seis años Nicolás Maduro fue Canciller de Hugo Chávez, y para éste el problema del Esequibo era un asunto colonial, vestigios de una vieja lucha imperial en la cual no tenía porqué caer la revolución. A Chávez lo que le interesaba era tener buenas relaciones con el Caricom, para que éste le apoyase firmemente en el plano internacional. El plan de PetroCaribe formaba parte de esto.

  Pero Hugo Chávez ya no está, por más que se empeñen en poner su foto en todas partes. Ahora el gobierno, con las tablas en la cabeza, con índices de popularidad por el piso, con una situación económica catastrófica y un proceso electoral complicado y en contra, decide que ahora sí voltea al oriente y descubre que allí está el Esequibo. El viejo terrritorio que hay que recuperar.

  Ayer, por fin, fue Maduro a la Asamblea Nacional, luego de varios anuncios frustrados. Utilizó un lenguaje altisonante y hasta retador. Pero dijo algo interesante: por primera vez en 16 años de discurso revolucionario, se reconoció la existencia de la república civil. Por primera vez la historia no saltó de Bolívar a Chávez. Ayer Maduro hizo un recuento de todo lo que habían hecho los gobiernos democráticos civiles, en el tiempo de la llamada “Cuarta Republica” -que nosotros preferimos llamar “civil”- a propósito del reclamo a Guyana. De hecho, El Nacional hoy le cita así: “La disputa del Esequibo tiene que resolverse sobre la base del documento suscrito en 1966 donde se establece la figura del Buen Oficiante”. En 1966 el Presidente de la República era Raúl Leoni, apenas el segundo presidente de la era democrática.

  Y esto forma parte, también, de una estrategia electoral interesante. El diario oficialista Últimas Noticias titula: “Maduro convocó a la unidad nacional”. Es decir, convocó a todos, a la MUD y demás sectores opositores a unirse en este reclamo por el Esequibo. El que no le apoye en esto será un traidor a la patria. ¿Pero qué pasa con esos seis años en los que usted fue canciller y para nada se ocupó del Esequibo? ¿Qué pasa con estos dieciseis años en los que sólo ahora el Esquibo es un problema? Y es un problema por esta situación electoral. Lo que viene por delante es complicado. Recordemos que el Caricom, recientemente reunido, decidió apoyar con firmeza la aspiración de Guyana.

  Maduro dijo, días atrás, que la economía estaba secuestrada por la oligarquía. Ayer afirmó que el presidente de Guyana está secuestrado por la Exxon Mobil. Ultimamente son demasiados secuestros ante sus ojos. Eso le incrementa la paranoia, el miedo, el desconcierto.

  Por lo pronto mandó a llamar a la Embajadora en Georgetown para consultas. ¿El próximo paso? Según como vayan las encuestas lo sabremos.

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