Por: Luis Vicente León
En la medición más reciente de Datanálisis sobre el tema de desabastecimiento se evidencia que la población siente que el problema está en su pico histórico, con una evaluación negativa del 78,2%.
La población percibe que la situación general empeora, que se hacen más colas, que están restringiendo sus compras y que la variedad de marcas cae sustancialmente.
Es interesante resaltar que pese a los problemas que enfrenta el sector privado ante la ausencia de divisas, la competencia desleal, las expropiaciones y las importaciones públicas, el 77% de la población reporta conseguir más marcas privadas que públicas en el anaquel. Esto es congruente con el hecho de que 69,1% de los venezolanos indica que las empresas expropiadas o intervenidas por el gobierno han reducido su producción y productividad y están en una situación claramente peor que cuando estaban en manos privadas.
Es muy llamativo que en un contexto en el cual la población se encuentra afectada por la inflación más alta del mundo, el 55,1% de los entrevistados considera que los controles de precios causan más desabastecimiento, una tendencia relevante y creciente en las últimas once mediciones (noviembre de 2010 a abril de 2015).
Otras medidas que agravan el problema, según los venezolanos, son: restricciones de divisas al sector privado (el 74,2%), expropiación de productoras agrícolas (el 71,9%), expropiación de comercios (el 71,9%), expropiación de las fábricas de alimentos (el 70,1%), ocupación de empresas privadas (el 67,8%) y racionamiento de productos en comercios (el 57,6%). Un elemento que es regular entre los entrevistados es que las expropiaciones tiene niveles de rechazo superiores al 80%, incluyendo la mayoría de la población chavista y creen que la misma tiene efectos negativos sobre los precios, la variedad de marcas y productos, el abastecimiento de alimentos, la calidad de vida del ciudadano, los empleados y los alimentos.
En la asignación de responsabilidades por el desabastecimiento, el sector público registra el 50,2%, mientras que el sector privado obtiene 9,3% como conjunto. Una posición que empeora para el gobierno cuando se explora sobre las responsabilidades en caso de que el problema no se resuelva en el futuro. La tesis de la guerra económica queda demolida cuando más de 65% de la población no le otorga ninguna credibilidad como responsable del problema.
Cerca de 85% de la población considera que la fluidez de las divisas para el sector privado es vital para garantizar la producción y las importaciones. El 69,8% indica que la compra de materia prima para las empresas de producción de alimentos es el principal destino que deberían tener las divisas, seguido por el pago de deuda externa (8,4%). De hecho, el 65,5% considera que es cinco veces más eficiente invertir los dólares en materia prima para producir en Venezuela que usar los mismos dólares para importar alimentos, algo que coincide con los cálculos que se realizan con data dura.
Finalmente, ante el argumento oficial que responsabiliza al sector privado de mal uso de los dólares, el 62,2% opina que es una acusación poco creíble y la mayoría atribuye los problemas de corrupción al sector público y cree que el sector privado es el único que puede elevar la producción y resolver los problemas de desabastecimiento, que tanto afectan la calidad de vida de la población.
En muchas oportunidades la mayoría de los entrevistados tiene opiniones que no coinciden para nada con las mías. Ha pasado en sus preferencias políticas e incluso en su equipo de beisbol favorito. Pero sobre el tema de desabastecimiento y sus causas… no podría estar más de acuerdo.
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