Colonia china con jarrón chino incluido

  Ayer el periodista Alfredo Meza publicó un tuit elocuente: “El capitán general de Venezuela, Nicolás Maduro, despide en Maiquetía al rey de China, Xi Jinping”. La alusión era clara, pasamos a ser, como en los viejos tiempo de la colonia, eso: una colonia de un imperio. A China le estamos debiendo todo. Los titulares de hoy en los diarios son de este tenor: El Correo del Orinoco: “China y Venezuela firmaron 38 nuevos acuerdos financieros y de cooperación”. Vea: “China y Venezuela fortalecen relaciones estratégicas e integrales”. 2001: “Muralla de acuerdos”. Últimas Noticias: “Billete chino como arroz”. Y aquí en Últimas Noticias lo dicen de manera festiva, casi como si fuera el arroz que le lanzan a los novios cuando salen de la iglesia. “5.691 millones de dólares en créditos para la minería y la industria. El financiamiento se respalda con suministro de petróleo”. Y aquí hay un detalle -reseña 2001-: “El mandatario venezolano Nicolás Maduro, dice que el financiamiento chino no crea una deuda “pesada” porque está respaldado por suministro de petróleo”.

  Lo que ha revelado el señor Maduro con esta frase es sencillamente increíble e inaceptable. Nos está diciendo que no se va pagar con dinero, con dólares, que no hay que desembolsar nada, que lo vamos a pagar con petróleo. En otras palabras, para él, el petróleo no es dinero, el petróleo no vale. La economista Tamara Herrera recién publica un tuit: ”Lo verdaderamente PESADO es que te endeudes para crear DESARROLLO en CHINA y NO en VENEZUELA”.

  Porque allí es donde está el detalle. Y vamos inclusive a algo más grave. El titular de El Nacional, es una lápida que cae sobre todos nosotros y sobre el porvenir del país: “La deuda con China supera las Reservas Internacionales. Los fondos suscritos entre Pekin y Caracas suman 25.700 millones de dólares, 5.000 millones más que los 20.700 millones con los que cerró el BCV sus reservas el pasado 18 de julio”. En esas estamos. “28.452 % crecieron las importaciones desde China entre el año 1998 y 2013, dice el Profesor Sergio Arancibia, el financiamiento que nos da ese país está atado a que Venezuela intensifique sus compras de manufacturas a ellos.”

  La dependencia es total de nuestra parte. Nos han entregado, nos han regalado a China, así de sencillo.

  Dice El Nuevo País que el Presidente Chino aprovechó al máximo su visita al país y fue a la Asamblea Nacional donde, curiosamente, le regaló un jarrón chino a Diosdado Cabello. El Nuevo País publica la foto del momento en que se da el obsequio. Y muy sonriente Cabello acepta su jarrón chino. A lo mejor el señor Xi Jinping no sabe lo que significa en el argot venezolano, sobre todo en el argot político, el jarrón chino. El jarrón chino es esa cosa de ornamento, inmensa, que está puesta por lo general en un rincón, que no sirve para absolutamente nada, y que es muy frágil y delicada. En cualquier momento se rompe el jarrón chino. ¿Será que Diosdado Cabello ha terminado en cierto sentido como tal jarrón chino?

  Lo cierto es que las elecciones del pasado domingo del PSUV, que fueron de su absoluta responsabilidad, terminaron siendo un fracaso descomunal. Leemos en Tal Cual: “Solo entre el 8% y el 12% votó para renovar el PSUV”. De los supuestos 7.632.606 de militantes inscritos. A este respecto dice el politólogo de filiación chavista, Nicmer Evans: “El sacudón, el verdadero sacudón vino desde las bases”. Leo en El Nacional: Nicmer Evans calculó que la abstención en la escogencia de los delegados al tercer congreso se situó en el 88% y exigió a la dirigencia hacer una lectura seria de los resultados por el bien del chavismo. “Cuando se basa en un registro de 7,6 millones, la elección entonces fue un fracaso”.

  ¡En esas estamos! Por lo pronto, Colonia China con jarrón Chino incluido.

 

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