Este régimen tiene dos carencias que resaltan de bulto. Una es la falta de personas capacitadas para llevar adelante una gestión administrativa eficaz, de éxito. A lo largo de los años hemos visto que son siempre las mismas personas las que están al frente de las gestiones del gobierno. De allí que se vean saltos tan inverosímiles como que alguien fue Ministro del Interior termine siendo Ministro de la Energía Eléctrica, un coronel o varios coroneles y generales al frente del Ministerio de la Salud, por ejemplo.
La característica, aparte de ser siempre los mismos que se enroscan y se enroscan, que rotan de aquí para allá y se devuelven, que rebotan casi como esas pelotitas de la lotería en la caja con aire, la característica fundamental que tienen es que son profundamente ineficientes porque son los que han llevado al país a esta terrible crisis que padecemos hoy en día.
La otra carencia que resalta de bulto, es la falta de ideas, la falta de originalidad.
Desde aquel primer atentado magnicida que acusó Hugo Chávez en la campaña electoral de 1998 hasta la fecha, el magnicidio es la acusación recurrente cuando el régimen no tiene absolutamente nada que decir.
Ayer montaron un show bastante ridículo, teniendo de vocero a Jorge Rodríguez al frente de algo que han decidido llamar “El Alto Mando Político de la Revolución”, para presentar, según la cuenta de Tal Cual, la denuncia de magnicidio número 13 contra Nicolás Maduro. Dice Tal Cual: “Record Guines casi un atentado por mes.”
Pero pongamos esto en contexto, aparte de la evidente carencia de gente talentosa, capaz e inteligente para gobernar el país -quizá le agregaría también gente proba-, tienen la carencia de ideas, no se les ocurre otra cosa que el supuesto magnicidio o el supuesto golpe inminente.
Lo importante es tener en cuenta que, después de la felpa, de la paliza que recibió el régimen en esa votación plebiscitaria del pasado domingo en San Diego y en San Cristóbal, alguien tenía que salir a dar la cara por el régimen. Pues ayer le tocó en suerte a este señor Rodríguez hacer de payaso ridículo, acusando fantasías sin argumentos y, lo más grave, sin verdaderas pruebas.
Anoche escribì un twitter al filo de la medianoche, tildando de patèticos a todos los que integraban ese alto mando polìtico de la revoluciòn. La verguenza que producen en los ciudadanos decentes de este paìs. De verdad uno no entiende a quièn va dirigida esa monserga indigerible. Alguièn con cierta coherencia podrà creerles? Me temo que a estas alturas, de tanto conocerles, es imposible.