El regaño de Lula

  Por fin hubo humo blanco. Se van a reunir el gobierno y la Mesa de la Unidad Democrática a nombre de la oposición, o, en todo caso, en medio de una oposición tan fracturada, de la inmensa porción que representa la Mesa de la Unidad Democrática, porque ya Voluntad Popular se desligó, dijo que no participaba de ese diálogo y María Corina Machado ha hecho unas observaciones más o menos también en ese espíritu. Ahora, ¿qué van hablar?, ¿qué van a decirse? No lo sabemos. Por lo pronto, hay algo importante, va a ser en vivo y en directo, y creo que será la primera cadena que la gente querrá ver por su propia voluntad.

  Pero el señor Maduro no pierde su talante. Leo en  Últimas Noticias: “El camino es la paz no habrá impunidad. No tengo nada que negociar con nadie, es un debate”.

  Señor Maduro, de esa manera no se va a un diálogo. Con esa arrogancia no se dialoga. Sería bueno que usted recapacitara un poco porque hasta un aliado tan firme del régimen como lo es Luiz Inacio Lula Da Silva le ha dado su pequeño regaño. En El Universal leo: “Maduro debería intentar disminuir el debate político para dedicarse enteramente a gobernar, establecer una política de coalición, construir un programa mínimo y disminuir la tensión. Estoy haciendo fuerza para que se encuentre una solución en la negociación, porque para Brasil, Venezuela es estratégica.”

  En otros diarios, inclusive, se cita que le pide a Maduro un gobierno de coalición. En El Nuevo País: “Lula le recomendó a Maduro que convoque un gobierno de coalición y disminuya el debate político. Lula descartó lanzarse nuevamente a la presidencia y explicó que el mandatario venezolano debe dedicarse a gobernar y a reducir las tensiones, “Venezuela debería tener un pacto de cinco años para trabajar contra los apagones, luchar contra la inflación y ser autosuficiente en la producción de alimentos”.

  De paso, el señor Lula elogió Carpiles por no estar radicalizado. Y llama la atención que Lula haga esa mención puntual de Henrique Capriles y lo elogie luego de regañar -porque es un regaño, un jalón de orejas- a Maduro. Lo ha tratado como a un muchachito: mire, yo que soy político, que he sido Presidente, que soy un veterano, que vengo del mundo del sindicalismo, de la izquierda, que funde el Partido de los Trabajadores, le digo esto: gobierne, en primer lugar gobierne, déjese de estar echándole leña al fuego, déjese de estar incrementado las tensiones. Eso es lo que le ha pedido, y le ha pedido un gobierno de coalición. Eso al señor que, cuando estamos a punto del diálogo, afirma altisonante: “no tengo nada que negociar con nadie”.

  ¡Por favor! El país ya está suficientemente maltratado, el país ya ha sufrido demasiado para que usted ahora insista con esta actitud, si se quiere, infantil.

  Voy cerrar leyendo este resumen que trae El Nacional, del estudio de la empresa Datos.

  “91% del país está afectado por el desabastecimiento. Aunque 32% de los encuestados expresan que el problema más grave es la inseguridad, 9 de cada 10 personas -9 de cada 10, Maduro- no consiguen los productos de la canasta diaria -eso es culpa suya-. La harina pre cocida de maíz fue el rubro con la escasez más alta en el primer trimestre seguido de la leche en polvo.

  “77% de los entrevistados manifestó que su poder adquisitivo se redujo y solo puede comprar la mitad de los artículos que necesita. Y para conseguirlos deben pasar entre 3 y 4 horas en cola y visitar hasta 4,1 comercios.”

  Eso es culpa suya Maduro, por eso Lula lo ha regañado.