Enloquecidos

  “La derecha enloquecida mantiene una actitud extraña y sospechosa. Creo que se les cayó otra macabra apuesta. Seguiremos informando y venciendo”. Eso es una cita textual de un tuit de Nicolás Maduro, a propósito del incidente del avión Airbus. Según la empresa Airbus, ellos no tienen contrato de mantenimiento. Ellos venden el avión y en el contrato establecen el suministro de los repuestos para. Y, tal como acota la prensa hoy, se ofrecen a colaborar en la evaluación que sea necesaria.

  Esto después de que, fanfarronamente, el Gobierno dijera que iba a demandar a la empresa Airbus. Ahora, todo esto suena a charada, a pantomima, porque desde hace mucho tiempo atrás Hugo Chávez volaba en el avión de Cubana de Aviación y lo propio ha hecho ahora Nicolás Maduro. De forma tal que no es que “parece que hubo un detalle en el ala y estaba filtrándose la gasolina”, como insinúa ahora Rodríguez Torres.

  Pero volvamos a Maduro y su obsesión con “la derecha enloquecida”. ¿Dónde está el enloquecido? Es la pregunta que uno tiene que hacerse. Porque a lo anterior, y luego de haber denunciado que había intenciones en Estados Unidos para hacerle daño, ahora Estados Unidos le exige pruebas del complot: No, mire señor, usted hizo una acusación muy seria y tiene que presentar las pruebas. ¡Aja! En Estados Unidos no parecen tragarse el cuento de los sopotocientos de magnicidas que han habido por acá, de los cuales jamás se presentó ninguna prueba. ¿Presentará Maduro alguna prueba del supuesto incidente que le tenían preparado en Naciones Unidas?

  Y ayer ya comentábamos que hay mucho de cobardía en esto. Recuerdo el año 1979, yo vivía en Nueva York, y Fidel Castro fue a una Asamblea General de Naciones Unidas. Su visita fue muy polémica, hubo problemas desde el momento en que aterrizó el avión, pasó una hora sin bajarse del aparato. Luego la ciudad fue tomada por manifestantes en contra y manifestantes a favor, y, sobre todo, fue tomada por policías y agentes de seguridad. A nadie le ha pasado nada en la Asamblea de Naciones Unidas, señor Maduro. Ahmadineyad en sus momentos más duros estaba allí, hablando. ¿Qué le iban hacer a usted? ¿Unos coscorrones? Porque tampoco dijo que era un plan para asesinarlo.

  Ahora lo peor. Maduro venía de China y por lo que estamos viendo, parece que lo que fue a buscar no resultó tan bien como él lo pensaba. El Nacional vuelve a dedicar su gran titular a esto: “Al Gobierno le urge crédito con desembolso en efectivo”. Hay disponibles 900 millones dólares que solo cubren seis días de importaciones. Todos los fondos chinos están atados a proyectos de infraestructura o a empresas de la nación asiática y el Ejecutivo buscaba un préstamo similar al que le pudiera otorgar un organismo multilateral como el Fondo Monetario.

  Pero, por supuesto, es anatema, es contrarrevolucionario tocarle las puertas al Fondo Monetario Internacional. Allí sí hay problemas graves y severos.

  En el mientras tanto, la situación de Simonovis se agrava. Lo que están haciendo con él es una tortura cruel, vil, larga y públicamente expuesta, y Maduro ni se da por enterado.

  Otro de sus últimos anuncios, lo leo en El Universal: “Se ha ejecutado la intervención de la empresa Mampa, porque conseguimos muchísimas irregularidades”. ¡Ah! Ahora intervienen Mampa. Pues ahora sí es verdad,  ¡olvídese usted del papel toilet!

  ¿Estamos enloquecidos todos por igual o hay uno que está más enloquecido que los demás?

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3 comments

  1. Por Favor! Creo que cualquier comentario està demàs. Lo que estamos, la mayorìa de los venezlolanos, es asqueados de tanta suciedad, de tanta falta de decoro de estos dueños del poder. Psìquicamente enfermos!. Solo pedimos que podamos tener un poco de Paz.

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