Este pasado fin de semana los venezolanos tuvimos el privilegio de escuchar a tres estadistas, hablando de política con altura, explicando cómo sus países, en medio de dificultades, pudieron avanzar.
Fernando Henrique Cardoso, quien fue presidente de Brasil dos veces y vivió con nosotros largos años mientras estaba exiliado por la dictadura brasileña, contó como su país logró superar inconvenientes de todo tipo para encausarse definitivamente por la senda del progreso. (Mucho del éxito de la gestión del Presidente Lula, radica en haber continuado con las políticas y los cimientos que dejó establecido Fernando Henrique Cardoso).
Felipe González también nos habló, hizo reflexiones sobre el dilema macroeconómico en la actualidad y los retos para nuestros países. A Felipe González de joven le tocó liderar al Partido Socialista Obrero Español en plena clandestinidad. A la caída de la dictadura tras de la muerte de Franco, perfiló un partido moderno para un nuevo país y fue Presidente del Gobierno español durante catorce años, llevando a la auténtica renovación española. Felipe fue el líder de ese boom de la economía española y logró la entrada de España a la comunidad europea.
Finalmente, Ricardo Lagos, el ex Presidente chileno, le tocó luego de la dictadura, ser el verdadero arquitecto de aquel proceso que se conoció como la concertación y después, ser un presidente tan exitoso, que sale del poder con altísimos niveles de popularidad y de apoyo. El responsable en mucho, de esa economía tan sólida que tiene hoy Chile y que le convierte casi en un país del primer mundo.
Tuvimos tres estadistas de muchísima altura hablándole al país.
Mientras estos estadistas nos daban luces necesarias y que agradecemos, bandas de delincuentes y facinerosos se caían a plomo en “El 23 de Enero”, aterrorizando por completo a los vecinos de esa localidad.
El desinformado Ministro de Información, en contraste con la altura política de estos estadistas, evidenciaba su milimétrica estatura, con unos tuits de niño malcriado que, en fin, bastante pena daban.
Pero ahí está el contraste, de unos verdaderos estadistas a los representantes de un régimen… ¿qué decir?.
Mientras el Gobierno no dé evidencia, y lo diga suficientemente, de que nada tiene que ver con los facinerosos de “El 23 de Enero”, esos facinerosos, esos delincuentes son el régimen.
Corto y concreto! Gracias por estas líneas. Muestra la sustantiva 'paradoja' en a que vivimos cada día, en la que la violencia no pude amilanar la esperanza, pero tampoco doblegar la disposición a trabajar por un mejor país!
siempre he admirado tu nivel de comunicación ! esa cualidad de expresar la opinión de los que no somos escuchados! saludos y mucho éxito.
que dios te bendiga siempre para que nos mantengas informado