¿A dónde vamos a parar?

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  Temprano en la mañana, cuando nos reunimos antes de que se abran los micrófonos, una de nuestras jóvenes productoras suelta un pesado suspiro. Pareciera que tuviera ya unas seis décadas encima y no las escasas dos con las que está estrenando la vida. Exclama: ¿qué va a pasar aquí, cómo va a terminar esto? Y lo dijo con un suspiro muy hondo y pesado, con mucha sinceridad, angustia y dolor.

   En las mañanas cuando usted se levanta, prepara a los muchachos para llevarlos al colegio y tiene la gentileza de escuchar este programa, quizá también suelte un suspiro como ese: ¿en qué irá a parar todo esto? Y en qué irá a parar todo esto porque uno se siente que está a la deriva, viviendo en un mundo donde todo está al revés.

  Leo, por ejemplo, esta noticia en la primera página de Ultimas Noticias: “Creada comisión para dialogar con opositores”. ¿Y a quién designa Maduro para esa comisión? A Diosdado Cabello, el mismo que le cerró los micrófonos y le quitó el derecho de palabra a los diputados opositores en la Asamblea Nacional. Dice el Cardenal Urosa: Usted no puede pensar en un diálogo en el país si está persiguiendo a los venezolanos que no votaron por usted, para botarlos de las oficinas públicas.

  Por otro lado,  este régimen -que nunca ha asumido responsabilidad de nada porque siempre el culpable fue el Gobierno anterior- ahora decreta un plan de emergencia de 90 días para resolver el problema eléctrico y militariza las instalaciones. ¿Por qué las militarizan? Porque para ellos el problema está en el sabotaje de las instalaciones eléctricas: si hay fallas eléctricas es porque hay unos saboteadores. Pues dígase ya de una vez: aquí los únicos saboteadores son los funcionarios del Gobierno. El problema de la electricidad es culpa de ustedes, señores del Gobierno, que tienen ya 14 años con esto y cada día la situación está peor.

  Pero, decía, estamos a la deriva, sin rumbo fijo. La gestión de Gobierno hasta ahora es sólo una gestión comunicacional. La noción que tiene el señor Maduro de gobernar es montar cadenas. Bien para hablar él y hundirse un poquito más, o bien para montar campañas estructuradas contra Henrique Capriles. Tanto miedo les infunde Capriles que pareciera que el Gobierno todavía está en plena campaña electoral; pareciera que ni ellos mismos se convencen del supuesto triunfo electoral.

   Ayer vimos un gran instrumento de propaganda transmitido en cadena nacional para acusar a Capriles. Pero la guinda de las acusaciones contra la soltó Iris Varela, quien advirtió tenerle una celda lista a Capriles; le dijo drogadicto y advirtió que le pondrá un uniforme y le cortará el pelo. Las palabras de la señora Varela son dignas de ser analizadas, en realidad, por un especialista de la psiquiatría, por decir lo menos. Eso de cortarle el pelo, pues… diciéndolo desde esa maraña en la cabeza es como demasiado absurdo y enloquecido.

  Pero tiene razón mi muy querida productora, mi muy joven productora. Tiene razón a suspirar pesadamente, sin saber dónde está el destino del país. Usted también estimada, estimado oyente, tiene todo el derecho a ese suspiro. ¿A dónde vamos a parar?

7 comments

  1. Sencillamente el poder en Venezuela, desde hace 14 años, es neofascista. Así de simple. Conducta despreciable y antidemocrática.

  2. La que deberian poner presa a esa ministra y a todo el gabinete ministerial por traición a la patria; ya que destruir un país en 14 años no tiene nombre y enriquecerse a costilla del pueblo ni se diga; todos son corruptos y menor o mayor grado, empezando por el mismo presidente, tanto el fallecido, como el que esta ocupando el cargo de forma ilegitima.

  3. La que deberian poner presa a esa ministra y a todo el gabinete ministerial por traición a la patria; ya que destruir un país en 14 años no tiene nombre y enriquecerse a costilla del pueblo ni se diga; todos son corruptos en menor o mayor grado, empezando por el mismo presidente, tanto el fallecido, como el que esta ocupando el cargo de forma ilegitima.

  4. Hoy mi hija de 5 años me cuenta de una “discusión” que tuvo con un amiguito acerca de un canal infantil que a ella le encanta. Lo que entendí es que los padres del niño no le permiten verlo. El punto es que yo le dije que esa opinión contraria ella debe respetarla, porque todos tenemos derecho a pensar diferente y seguir siendo amigos. Luego me quedé pensando en mi país y suspire, como usted dice: “pesadamente”.

  5. Ufs tan identificada con este editorial (suspiros, suspiros y más suspiros) que difícil se torna esto cada día.. algún día el venezolano podrá dejar de preocuparse por la política, la luz, corretear pasillos y anaqueles buscando comida, la inseguridad?
    La verdad, no lo sé, quisiera vivir en una Venezuela donde mi preocupación sea: a donde me voy de vacaciones con mi familia!!!

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