Las nuevas clases sociales

  En la página de la BBC leo esto que me llama profundamente la atención. Nosotros hablamos de tres clases sociales, tres clases sociales fundamentales: clase alta, clase media, clase baja.

  El cambio que ha supuesto la economía en nuestro país en los últimos lustros dice: la clase baja ha crecido, la clase media se ha desaparecido, la clase media se está proletarizando, la clase alta se está reduciendo. Ahora, en el Reno Unido decidieron, ellos según sus razones y motivos, que las tres clases tradicionales no servían ya para medir lo que estaba pasando en el espectro social, ellos ahora van a clasificar siete clases sociales.

  Leo el texto de la BBC:

  Una nueva clasificación para definir las clases sociales en Reino Unido, que reemplazará a las tradicionales clases alta, media y trabajadora, será presentada este miércoles.

  El nuevo modelo, diseñado por la Asociación Sociológica Británica, incluye siete categorías que van desde la élite hasta lo que los investigadores llaman el “precariato” -una combinación de “proletariado precario”- que incluirá a los más pobres y con más privaciones en el país.

  Según los investigadores las tres clases tradicionales son anticuadas, y sólo el 39% de la población en el país puede incluirse en ellas.

  Las nuevas clases sociales británicas son: élite, clase media establecida, clase media técnica, nuevos trabajadores pudientes, clase trabajadora tradicional, trabajadores emergentes de servicio y precariato.

  La nueva clasificación está basada en el llamado Sondeo Británico de Clases, el mayor estudio sobre clases sociales, en el que participaron más de 160.000 personas y que fue coordinado por la BBC.

  Históricamente las clases sociales se han definido por la ocupación, riqueza y educación de un individuo.

  Pero este estudio argumenta que estas categorías son demasiado simplistas y sugiere que la clase social tiene tres dimensiones: económica, social y cultural.

  Para el nuevo modelo los investigadores midieron capital económico: ingresos, ahorros y valor de las casas, y capital social: el número, empleo y estatus social de las personas que el individuo conoce.

  También se analizó el capital cultural, definido como la extensión y naturaleza de los intereses y actividades culturales.

  Según los investigadores aunque el grupo de la élite ya había sido identificado anteriormente, ésta es la primera vez que se le coloca en un análisis más amplio de la estructura de clases, ya que normalmente se le ubica en el rango de los profesionales y gerentes.

  Y en el extremo opuesto está el precariato -el grupo con mayores privaciones del país- que según el sondeo está formado por 15% de la población británica.

  Si algo parecido se fuese aplicar, por ejemplo, en nuestro país. Si en nuestro país dijese las tres clases convencionales ya no nos miden, ni nos dibujan como en realidad somos, cuáles pondríamos. En el país tenemos, por ejemplo, la pobreza, pobreza extrema que va mucho más allá de lo que Marx en algún momento habló del lumpenproletariado. Y tenemos una clase muy pequeña que empieza a manejar altísimos capitales. No la clase industrial tradicional, del empresario tradicional convencional, sino un nuevo tipo de empresario, más bien comerciante, que ha logrado fortunas impresionantes en muy poco tiempo. Además de ello, la movilidad que ha tenido la clase media hacia abajo, cuando hubo, en los primero años de la democracia, una movilización hacia arriba, empezó a crecer la clase media, nosotros la hemos ido desbaratando, borrando prácticamente del mapa.

  Pero si hiciéramos ese ejercicio ¿qué descubriríamos entonces?

  El reto está allí. Ojalá haya por ahí algún sociólogo acucioso que se atreva a dibujar un nuevo mapa de nuestra sociedad